No se cumplen diez años todos los días, así que BTOB decidió salir de pesca para celebrarlo. Dejaron de contar las vueltas que da el pez a la pecera y se tiraron a la piscina para pescarlo todo.
(Advertorial Yorokobu +BTOB)
La agencia aprovechó la confluencia de innovación digital que se reúne en Inspirational celebrar su nuevo look y décimo aniversario con sorpresas, cañas y a lo loco.
Un par de semanas antes alertaron al sector de que se preparara para disfrutar de una jornada de pesca sin precedentes – sin lago, río o piscifactoría alrededor, no deja de ser excitante pescar en pleno Paseo de la Habana-.
Para ponerlo en marcha, BTOB desarrolló Appescar. Una aplicación mobile con doble intención: que los asistentes diurnos a las keynotes y a los workshops del evento (el miércoles 23 y el jueves 24) llenaran sus móviles de piezas de maki, sushi, cocktails, chapitas y pescaditos de chocolate que luego podrían degustar en la fiesta, y aprovechar el tiempo del cocktail para “tirar la caña” a los miembros del sector, y de paso hacer networking o mobile chatting up.
Para viralizar la aplicación se colocaron códigos QR en prensa –para los más prevenidos y ansiosos de apps sorprendentes- y en diversos puntos del recinto (áreas de pesca, flyers, etc). Además de un acceso directo a los markets de iOS y Android en una página web que en menos de dos semanas ha recibido 3.000 visitas.
El miércoles se abrió la veda de pesca y más de 400 personas pusieron a punto Appescar, eligieron un cebo y lanzaron la caña con recurrencia. Así entre charla y charla la gente no paraba sacudir su smartphone e interactuar con sus móviles.
En la fiesta la cosa cambió, finalizada la captura de aperitivos, comenzó la de merluz@s. Los invitados se capturaban los unos a los otros a través de Facebook Connect, mientras observaban su posición en el ranking en un enorme videowall donde iba saliendo un timeline en el que se actualizaba –en tiempo real- la actividad de quienes estaban utilizando la aplicación.
El “The end” a la fishing party lo pusieron los premios con los que los más pescadores y los más pescados tuvieron su recompensa. El broche con escamas con el que se cerraron dos días la mar de innovadores, cargados de salada inspiración.