Suele haber dos razones para acudir al gimnasio. Una, mejorar la salud. Otra, mejorar el aspecto físico y que, en consecuencia, haya más sexo. En este último caso, el problema es que, aunque el envoltorio quede bonito, la maquinaria no siempre está tan a punto como parece. ¿La razón? A muchos se les olvida la importancia de ejercitar también el suelo pélvico para disfrutar más en las relaciones sexuales.
Porque los genitales también necesitan su mantenimiento físico, y no solo en lo que respecta a la higiene y la depilación, sino a una serie de ejercicios de rutina que los mantengan a tono.
«El hecho de ser conscientes de la zona genital, de sus movimientos, poder contraer y relajar al gusto y en la intensidad deseada, aumenta sensaciones, placeres y experiencias que pueden ser compartidas o disfrutadas individualmente», explica Vanessa Pazos, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico. Algo que, además, es aplicable a ambos sexos.
Este mantenimiento no ha de basarse solo en ejercicios de tensión, principalmente relacionados con el suelo pélvico (de hombres y mujeres), sino también de relajación. Como recuerda Pazos, «tan importante es ejercitar como saber relajar».
Por mucho que se hable del suelo pélvico, no todo el mundo tiene claro cómo ejercitarlo, por lo que «encontramos personas que no saben contraer, personas que no saben relajar, y personas que tienen alteraciones del tono muscular».
Mantener un buen tono muscular no solo es importante para cuestiones como la pérdida de orina. También afecta a la calidad de los orgasmos ya que «ayuda a aumentar su calidad», siempre teniendo en cuenta que en el orgasmo influyen más factores que no tienen que ver con los genitales.
Ejercicios de Kegel
Una de las técnicas más conocidas para fortalecer el suelo pélvico son los llamados ejercicios de Kegel. Consisten en contraer la musculatura (como se hace para retener la orina) y relajarla después repetidas veces. Para ayudar a realizarlos, existen diferentes herramientas como las bolas chinas, en el caso femenino. Para los hombres, el movimiento más similar es el de «contener un gas», que puede hacerse igualmente en diferentes series.
Sin embargo, Pazos también señala opciones cada vez más conocidas como «ejercicios core de tonificación y ejercicios hipopresivos». Cabe recordar que por core no se entienden solo los abdominales, sino ejercicios que tonifican todos los músculos que estabilizan la columna vertebral, la musculatura del suelo pélvico y glúteos.Uno de los más conocidos es «la plancha».
Los ejercicios hipopresivos, muy utilizados por las mujeres que acaban de pasar por un parto, tienen sus contraindicaciones e indicaciones. Así, la experta insiste en que «para saber hacerlos es necesario que nos enseñen, pues se trabaja en apnea respiratoria y el gesto no es sencillo en un primer momento». Es decir, que se trata de realizar el movimiento o postura justo en el momento en el que se suelta el aire de los pulmones y antes de volver a inspirar.
Consejos para los ejercicios de suelo pélvico
Hay miles de páginas en internet donde encontrar ejercicios de este tipo, pero pasa igual que con cualquier otro ejercicio físico: no todo vale para todo el mundo. Porque hay personas con problemas de espalda que no pueden realizar ciertas tareas, u otras que, según su objetivo, necesitarán un tipo de ejercicios más específicos. En los gimnasios siempre hay alguien que te asesora según las diferentes necesidades. Y con los genitales pasa lo mismo, no se trata de «café para todos».
«La forma más saludable de ejercitar tu suelo pélvico viene de saber que te irá bien, que es un ejercicio adecuado para ti por el motivo que te indique el profesional y que esté personalizado y adaptado a tus ritmos, actividad y necesidades. Si, además, lo acompañas de otra actividad física, es importante integrar ese ejercicio para prevenir lesiones o patologías sin olvidarse de la postura, el trabajo del core y la respiración», aconseja la experta.
No obstante, recuerda que, en el caso de las mujeres, algunas de ellas llegan a su consulta porque «los ejercicios de Kegel han llevado a dispareunias (dolores, molestias, o sensaciones desagradables en relaciones eróticas)», precisamente por un exceso de tono, al hacer ejercicios que no eran realmente necesarios.
Posturas saludables y más «autocoñocimiento»
«El suelo pélvico está compuesto aproximadamente por un 20% de musculatura y un 80% de tejido conjuntivo, por lo que tonificar no solo tiene que ver con realizar ejercicios de Kegel; va más allá. De ahí que sea necesaria la valoración previa de un profesional de suelo pélvico para ver las necesidades individuales y personalizar los tratamientos», advierte Pazos.
Sin embargo, sí hay algunos consejos rutinarios que se pueden tener en cuenta. «Los hábitos saludables en suelo pélvico tienen que ver con varios factores: la postura, la higiene, las patologías de la zona y el placer». De esta forma, según la experta, ya solo por trabajar «una postura correcta y un trabajo correcto del abdomen y del diafragma» se asegurará el bienestar a muchos niveles.
Igual que estamos pendientes de si se nos marcan o no los bíceps, deberíamos fijarnos más en el estado de nuestros genitales, advierte la fisioterapeuta. «La principal recomendación es observarse y notar las sensaciones. Autoexplorarse también es otra manera de conocerse y evitar problema», recomienda. «Si no quieres hacerlo, consulta con profesionales del suelo pélvico que te indicarán tu estado». En resumen, más «autocoñocimiento».
Divertido artículo, felicidades por dar a conocer de manera jocosa la práctica de ejercicios físicos que vinculan salud física con sexual. Desde Low Pressure Fitness nos ocupamos de ello con mucha pasión.
Maravilloso articilo, fue bastante interesante la analogia del ejercicios y las partes genitales estoy bastante de acuerdo y mas en el caso de algunas mujeres que hacen ejercicios para glúteos caídos