Francis Kรฉrรฉ: el arquitecto y la escuela

Francis Kรฉrรฉ

El mundo gira cada vez mรกs deprisa. Y no, no es una metรกfora: los pasados 26 y 29 de julio de 2022 quedaron grabados en el calendario como dos fechas en las que se superรณ el rรฉcord de velocidad de nuestro planeta. La Tierra tardรณ 1,59 milisegundos menos en completar el movimiento de rotaciรณn sobre su propio eje. Y aunque su causa no se conozca con certeza, podrรญa tener implicaciones a nivel global en nuestra manera de medir el tiempo.

Lo que sรญ sabemos a ciencia cierta es que, gracias a internet y la revoluciรณn tecnolรณgica, la informaciรณn tambiรฉn viaja cada vez mรกs rรกpido. Un correo electrรณnico da la vuelta al mundo en cuestiรณn de segundos, sin importar dรณnde se encuentren sus destinatarios.

Y ocurre lo mismo con la informaciรณn: para bien o para mal, vivimos en una sociedad globalizada que comparte intereses econรณmicos, culturales y polรญticos. Una sociedad cada vez mรกs concienciada de que, como decรญa el visionario Richard Buckminster Fuller, ยซno vamos a ser capaces de pilotar nuestra nave espacial Tierra durante mucho tiempo mรกs, a no ser que entendamos que es una รบnica nave, y que nuestro destino es comรบn. Tenemos que ser todos o no seremos ningunoยป.

Parte de ese manual de instrucciones metafรณrico que nos indica cรณmo navegar la รบnica nave que compartimos es entender que el futuro serรก sostenible o nunca tendrรก lugar.

La arquitectura lleva aรฑos tomando nota. Muestra de ello son los รบltimos galardonados del premio Pritzker, unos de los mรกs prestigiosos de la disciplina. Esta condecoraciรณn reconoce el trabajo que ciertos arquitectos estรกn desempeรฑando en su labor profesional para, quizรกs, marcar el camino al resto de sus compaรฑeros. Diseรฑadores comprometidos con la labor social y transformadora que tiene la arquitectura dentro de la sociedad. Porque sรญ, el premio es individual y en ocasiones sirve para reconocer la trayectoria de un individuo. Pero รบltimamente parece que el jurado quiere sensibilizar a todo el colectivo de que las cosas no se estaban haciendo demasiado bien.

En 2021 los premiados fueron Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal. Una pareja que ya llevaba aรฑos demostrando que se podรญa hacer mucho con muy poco. Sus proyectos van desde la ampliaciรณn de una vivienda que replica los invernaderos de la zona, aumentando el espacio habitable y reduciendo su coste energรฉtico, hasta una casa sobre un acantilado que permite a los รกrboles atravesar sus forjados para que ninguno de ellos fuera talado.

Tras el premio Pritzker a los franceses, el elegido para continuar con esta filosofรญa de sostenibilidad fue Francis Kรฉrรฉ, un ciudadano de Burkina Faso que se hizo arquitecto para mejorar las escuelas de su paรญs. Cuando todavรญa era un niรฑo, se trasladรณ a Berlรญn para formarse como carpintero mientras terminaba el instituto.

Francis Kรฉrรฉ: el arquitecto y la escuela Francis Kรฉrรฉ: el arquitecto y la escuela

Diez aรฑos mรกs tarde, consiguiรณ una beca para estudiar arquitectura, logrando el tรญtulo en 2004 a la edad de 39 aรฑos. Obtener el tรญtulo no fue un impedimento para lograr su principal objetivo, y tres aรฑos antes de recibirlo ya se habรญa puesto manos a la obra. Kรฉrรฉ, convencido de que la arquitectura es una herramienta capaz de mejorar el futuro de toda una sociedad, levantรณ su primer edificio con ayuda de los ciudadanos: un colegio. 

En aquel proyecto se acordรณ de la escuela que lo vio crecer, un edificio de hormigรณn, oscuro y con graves problemas de ventilaciรณn. Y quiso solucionar aquellos inconvenientes con un instrumento muy potente: el sentido comรบn. Porque, aunque oficialmente todavรญa no fuese arquitecto, por su cabeza ya revoloteaban ideas que, con muy poco, mejorarรญan la manera en la que se estaba construyendo en su paรญs.

Francis Kรฉrรฉ: el arquitecto y la escuela

Francis Kรฉrรฉ: el arquitecto y la escuela

Por cada obstรกculo, รฉl ofrecรญa una soluciรณn. Como la de levantar la cubierta para que se refrescasen sus espacios interiores y el calor no quedase dentro acumulado. O la de prolongar los aleros mรกs allรก del edificio para reducir el soleamiento en sus fachadas. O la de incluir vegetaciรณn para rebajar las altas temperaturas. Propuestas que habรญan sido pensadas para resolver las principales carencias de muchas edificaciones sin aumentar el presupuesto de obra.

Francis Kรฉrรฉ: el arquitecto y la escuela

Burkina Faso, Gando. Grundschule. Arch. Francis Kere.
Primary school.
Foto: Erik-Jan Ouwerkerk

Francis Kรฉrรฉ: el arquitecto y la escuela

Se olvidรณ y acotรณ todo aquello que sobraba, ya fueran alardes estructurales o formales, para centrarse en las personas que iban a habitar dichos espacios. En un lugar con tanta escasez de medios y limitaciones econรณmicas, la manera de enfocar la arquitectura tambiรฉn es diferente. Su trabajo utiliza materiales del lugar y se apoya en la propia comunidad que despuรฉs habitarรก sus edificios.

Esta forma de pensar une al arquitecto con sus usuarios, conociendo de primera mano la problemรกtica de cada emplazamiento. Una de sus mรกximas es la de utilizar tรฉcnicas tradicionales y su innovaciรณn tiene mรกs que ver con manejar la lรณgica constructiva que con emplear una tecnologรญa cara e inaccesible.

Francis Kรฉrรฉ: el arquitecto y la escuela

Vivimos en un planeta asolado por las crisis econรณmicas, sanitarias y conflictos bรฉlicos, y a estas alturas es de agradecer que se premie una arquitectura preocupada por ayudar y mejorar las condiciones habitables de quien, en ocasiones, no puede pagar sus servicios.

Parece mentira que ciertos arquitectos tengan que recordarnos que el uso que se hace del dinero en arquitectura es tan importante como el contexto o la apariencia que tiene el edificio. A travรฉs de sus ideas, han demostrado que con muy poco es posible mejorar las ciudades donde vivimos; y que la sostenibilidad no es mรกs que un equilibrio entre la economรญa, el medioambiente y las personas que lo habitamos.

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