El mundo avanza muy rápido. Tanto que en apenas unas generaciones aparecen y desaparecen imperios, colonias, federaciones y países. Y cuando cambian las fronteras, cambian las banderas. Centenares de colores y símbolos por los que en épocas pasadas se ha muerto y matado hoy significan más bien poco. Este es un pequeño cementerio de colores que hoy pocos recuerdan.
Quienes vivimos en Europa sabemos bien lo volátiles que son las fronteras. No ha pasado tanto tiempo de la reunificación alemana, del estallido de la URSS, o del horror de los Balcanes, de cuyas cenizas siguen surgiendo pequeños estados soberanos hoy en día. Este vídeo sobre lo cambiantes que han sido las fronteras en nuestro continente da buena prueba de ello.
¿Cuánta sangre se habrá derramado por fronteras que hoy se borran en un mundo globalizado? ¿Qué importancia tienen hoy viejos dominios que acabaron integrados en uniones mayores? ¿Caminamos hacia un futuro en el que las naciones pierdan su sentido bajo acuerdos arancelarios, estructuras económicas y jurídicas internacionales y una cultura homogénea?
A saber qué pensarían algunos de nuestros antepasados, esos que murieron defendiendo territorios e identidades que hoy ya no existen como tal o, al menos, han cambiado de nombre, colores, lealtades y significados. Este es un repaso de un puñado de todos aquellos emblemas olvidados.
Antes de que existiera Chile como tal, entre 1812 y 1814 se conformó un territorio llamado Patria Vieja.
Antes de que existiera Namibia, el Imperio Alemán regentaba esta África del Sudoeste Alemana.
Luisiana no siempre fue un Estado de EEUU: bajo dominio galo fue un enorme territorio de norte a sur del actual país.
Durante el siglo XIX Ecuador vivió momentos convulsos: esta fue la bandera de un movimiento revolucionario en 1845.
Camboya ha cambiado varias veces de manos: durante la Segunda Guerra Mundial estuvo bajo mando japonés.
En Ucrania de la Primera Guerra Mundial existió una zona llamada Territorio Libre, una unión campesina anarquista sin Estado.
El último emperador chino perteneció a la Dinastía Qing, que controló buena parte de Asia hasta principios del siglo pasado.
Antes de ser destino turístico fue capital económica y cultural de nuestro pasado: así era la bandera de la República de Venecia.
En medio del convulso nacimiento de China, territorios como Manchuria decretaron su soberanía… aunque dependieran de Japón.
Rumanía no existía como tal hasta hace bien poco: parte del Imperio Austrohúngaro durante años, su origen está en Valaquia.
El Imperio colonial alemán llegó hasta el norte de China, concretamente a Kiau Chau, que lució bandera germana.
La Unión Sudafricana nació en 1910 tras la unificación de los territorios británicos al sur de África.
Malasia fue antes que país una Federación que duró poco más de medio siglo.
Inglaterra y Francia, enemigas coloniales, firmaron una alianza para la dominación conjunta de territorios como Vanuatu.
La formación del último gran imperio europeo surgió de la unión de dos más pequeños, y uno de ellos era el Imperio Austríaco.
Sudán, como otros países africanos, cambió sus colores a mediados del siglo pasado: así era antes su bandera.
Prusia fue uno de los países históricos de la vieja Europa, y tuvo su etapa monárquica.
Hasta el Papa ha cambiado de colores: durante once siglos el rojo acompañaba al amarillo en los Estados Pontificios.
Pequeños territorios entre los gigantes chino y ruso intentaron breves aventuras identitarias, como Tannu Tuvá.
Grecia fue un reino antes de ser la república que es hoy, y su bandera tenía mismos colores, pero disposición diferente.
Rusia antes no era la URSS: Rusia era la República Socialista Federada Soviética de Rusia, y ésta era su bandera.
No es que la Cruz Roja constituyera un país propio, sino que Tonga durante un tiempo lució sus colores.
Las cambiantes fronteras europeas tienen en los Balcanes y el Cáucaso un filón: así era la bandera de la República de Bujara. Nos indica Manuel que Bujara está en Samarkanda, no en el Cáucaso
China vivió su disolución como imperio como una práctica guerra civil hasta la irrupción del comunismo: así era su bandera.
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