En esa familia, cada persona es, además, una botella de vino. Elena Sancho, diseñadora y cofundadora de Tatabi Studio, los convirtió en alcohol para entregárselo, después, como regalo.
El nombre y la imagen de cada botella se corresponde con cada miembro de la familia. “Me hacía gracia que cada uno tuviese su propia botella”, relata Sancho. “El color y la forma son los que mejor les representa, según mi criterio, claro”.
La diseñadora produjo realmente las botellas. “Pero solo una unidad de cada una”, apunta. Y a todo el conjunto dio el nombre de Generación Vino.
Generación vino: una botella de cada miembro de la familia

Artículos relacionados

12 de septiembre de 2025
El regalito del viernes: Menos es más

11 de septiembre de 2025
Quitamales: Verano del 2000, la nostalgia de sentirse libre

11 de septiembre de 2025
El mito de la brecha de los 30 millones de palabras

10 de septiembre de 2025
De Superman a Batman: cuando la mejor versión de ti mismo huele rancio
Misma categoría
Artículo relacionado

Sobre nosotros
Yorokobu es una publicación hecha por personas de esas con sus brazos y piernas —por suerte para todos—, que se alimentan casi a diario.
