¿Ha inspirado la ciencia ficción a la industria del automóvil?

3 de noviembre de 2020
3 de noviembre de 2020
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coches inspirados en la ciencia ficción

Regreso al Futuro y Blade Runner proponían coches voladores; Minority Report, coches autónomos y Yo, robot mostraba un complejo sistema de esferas en sustitución de los neumáticos. ¿Ha acertado la ciencia ficción con el futuro de la industria del automóvil? ¿Se podría afirmar que la ficción ha inspirado a la realidad?

La imaginación es de vital importancia a la hora de proponer soluciones innovadoras y, desde luego, este es uno de los ingredientes principales a la hora de escribir ciencia ficción. Pero muchas veces esta ficción está rigurosamente basada en la ciencia; no hay más que ver Interstellar y su aclamado ejército de asesores científicos, que además de apuntalar la narrativa, lograron crear la maravillosa atmósfera que caracteriza esta cinta del nunca indiferente Christopher Nolan. Esta característica es precisamente la que separa a este género de la fantasía, donde las cosas suceden por arte de magia. Véase cualquier película de Harry Potter o la serie Stranger Things.

Algunas veces, las marcas de automóviles también dejan volar su imaginación y han ido proponiendo ideas que bien podrían haber salido de la mente de Julio Verne.  Otras veces ha sucedido al revés, y algunos fabricantes se han inspirado en la ficción para desarrollar sus productos y conceptos.

coches inspirados en la ciencia ficción
Fotograma de ‘Yo, robot’.

Celebramos el 35º aniversario de Regreso al futuro y resulta decepcionante no tener entre nosotros coches voladores. Sin embargo, eso no quiere decir que no haya varias empresas que estén imaginando un futuro plagado de pequeños coches-taxi que vuelan gracias a un sistema de alas plegable que se oculta mientras el coche realiza su trayecto terrestre. ¿Quieres ejemplos? Googlea el caso del modelo Aska de la compañía estadounidense NFT. Esta empresa planea que veamos automóviles surcando nuestros cielos de aquí a 2025.

Pero no solo tenemos ideas en el aire. De la mano de Hyundai y Uber, más pronto que tarde podremos ver una pequeña flota de vehículos voladores con un diseño similar a los drones y con capacidad para cuatro personas. De hecho, la propia Uber ya está en conversaciones con la NASA para establecer normas y regular el tráfico aéreo, todo un pifostio que mejor solucionar cuanto antes.

Porque es posible que, al hablar del futuro de la movilidad, nuestra imagen mental nos lleve a las megalópolis hipercontaminadas, con coches voladores cercanos a algunas de las naves de Star Trek o a aquellas motocicletas que se integraban con el cuerpo de sus ocupantes de Tron. Dato mental para el quesito morado del Trivial: la persona que tiene la culpa de gran parte de este patrimonio imaginario es el diseñador y director de arte Syd Mead. Este señor, tras trabajar en Ford durante once años, se atrevió a dar el salto a la ciencia ficción, donde dió a luz a algunos de los más reconocidos escenarios, objetos y vehículos del género.

Fotograma de ‘El coche fantástico’.

Por cierto, ¿sabía que los vehículos voladores originales de Blade Runner estaban basados en el chasis de un clásico Volskwagen Beetle? Pues así es, y en otras producciones cinematográficas, podemos ver referencias automovilísticas más claras, como por ejemplo, el Lexus 2054 que aparece en Minority Report. Un verdadero ejemplo de product placement, donde podemos ver cómo toda una escena de acción transcurre en la cadena de montaje de este futurista deportivo.

En este mismo filme también vemos cómo en un futuro cercano conviven anodinos (aunque espaciosos) vehículos autónomos a modo de salones rodantes que nos dejan hasta en el interior de nuestros hogares, con vehículos de conducción semiautónoma como este Lexus. Y hablando de la conducción semiautónoma y de la estética Blade Runner, es interesante destacar también el un experimento de Peugeot, el modelo e-Legend, que trae al futuro la estética de los 70 a través de un vehículo eléctrico que se vuelve autónomo a voluntad del conductor.

La continua transferencia de referencias entre fabricantes y cine se hace patente también con la película Yo, robot basada en el el libro del mismo título de Isaac Asimov. En este caso, fue la alemana Audi la que pasó a la historia por ser el primer fabricante generalista que ponía a trabajar a su equipo de diseñadores para desarrollar un vehículo exclusivamente para una producción cinematográfica. El coche en cuestión, el Audi RSQ Concept, contaba con una estética agresiva y futurista, pero, a la par, completamente reconocible. Quizás uno de los elementos más sorprendentes del vehículo es que, en vez de ruedas, este prototipo contaba con un complejo sistema de esferas para desplazarse.

Ahora que estamos hablando de robots e inteligencias artificiales, no podíamos dejar de mencionar a KITT, el Coche fantástico. Un Pontiac Firebird Trans Am con ligeros retoques estéticos en el exterior y un interior específicamente rediseñado para la serie. 

Si siempre has querido marcarte un Michael Knight, igual todavía estás a tiempo porque parece posible que alcancemos a conocer un futuro en el que la conducción autónoma se fusionará con la inteligencia artificial. Este será el glorioso momento en el que nuestro coche nos dejará en nuestro destino y ellos solitos se dediquen a buscar aparcamiento. En esta línea, el concepto de Mercedes-Benz F 015 es toda una declaración de intenciones.

Fotograma de ‘Mad Max: Fury Road’.

Hemos hablado de los futuros ¿utópicos? más probables que parece que nos tocarán, pero a tenor de lo que estamos viviendo en este 2020, ¿qué pasa con esos escenarios apocalípticos donde solo queda en pie parte de la ciudad o nos movemos por terrenos hostiles como los de Mad Max? En los animes japoneses saben bien lo que es convertir coches en robots gigantes que destruyen ciudades enteras. Con esta inspiración, Tesla presentaba en sociedad su controvertido Cybertruck, un todoterreno que recoge todo este pasado estético de la ciencia ficción dura y la pone al servicio de un robusto y afilado vehículo premonitorio por lo que pueda pasar de aquí en adelante.

Volviendo a la pregunta del principio, si la ficción ha inspirado la realidad, la respuesta es sí. Definitivamente, la ciencia ficción es una fuente inagotable de inspiración para el desarrollo y evolución de la tecnología actual. Aquí hemos repasado algunos de los ejemplos que mejor ilustran esta simbiosis, donde la línea entre lo ficticio y lo real se difumina para pasar a formar parte de nuestro día a día, además de dejarte una buena colección de musts que debes tener en tu lista de películas pendientes para ver. En cualquiera de los casos, seguro que a partir de ahora ves las películas con otros ojos. Quién sabe, quizá la próxima nave no tripulada de la enésima entrega de Star Wars acabe en un futuro muy cercano llevando a tus hijos al colegio.

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