La Plaza de la Constitución del barrio de Espinardo, a las afueras de Murcia, tiene ahora un aspecto colorido, con espacios abiertos, murales y sitios para que jueguen los niños. No ha sido así siempre. Antes de esta remodelación, los responsables de la Iniciativa Urbana Espíritu Santo, concebida para la revitalización de la barriada del Espíritu Santo de Espinardo (Murcia), llevaron a cabo una consulta pública.
En 2010 propusieron a varios vecinos de la zona la realización de varios recorridos con cámaras fotográficas. Cuando algún edificio les llamaba la atención, debían pararse y analizar su aspecto físico y las asociaciones emocionales que les provocaba. Debían reflexionar sobre cómo vivían ese espacio y cómo les gustaría vivirlo. A partir de esto, realizaron un «mapa de percepciones». Así descubrieron que esa plaza era un enclave especial para los vecinos.
A continuación pusieron en marcha una serie de iniciativas para que todo el mundo pudiera expresar sus aspiraciones: cómo querían que fuera la nueva plaza. A través de pinturas, cuentos y música, los vecinos fueron dando forma a lo que sería su nueva Plaza de la Constitución.
La remodelación de la plaza es solo una pequeña parte del plan de renovación URBAN Espíritu Santo que se está llevando a cabo en Espinardo, basado en la cultura y la participación ciudadana. «Esta zona tenía una problemática, no tanto de viviendas como de equipamiento. Tiene los problemas típicos derivados de la pobreza: educación, paro…», explica Rosa Martínez, directora de la Iniciativa Urbana Espíritu Santo.
El proyecto tiene varias vertientes. La primera es la llamada «Barrio atractivo». Se centra en cuestiones de equipamiento y estética. Ya han construido un pabellón polideportivo, que también se utilizará para eventos y conciertos, y un centro social y de participación. El tercer edificio aún está en construcción, y será un centro de producción artística profesional: danza, música, teatro y vídeos. También se han hecho pequeñas remodelaciones. Por ejemplo, algunos solares edificables que estaban abandonados se han reformado para que, mientras sigan vacíos, tengan un aspecto «más amable». Y en los edificios que llevan hasta el centro cultural se han realizado intervenciones artísticas que dan un aspecto más agradable a la zona. A esta parte también corresponden otras acciones como la de soterrar los contenedores de residuos o hacer planes de jardinería e iluminación.
Rosa sabe bien que mejorar el equipamiento no sirve de mucho si no va acompañado de otro tipo de acciones. Así que la segunda vertiente es la social y económica, que han titulado «Distrito cultural». Su objetivo es llevar empleo a la zona y revitalizar la actividad económica a través de la creación de un vivero de empresas culturales y creativas. También ofrecerán un servicio de conciliación de la vida profesional y familiar.
La tercera vertiente es la cultural, que han llamado «Comunidad creativa» y que pretende aprovechar el gran potencial artístico que tienen los vecinos de Espinardo.
Por un lado se han centrado en el apoyo escolar desarrollando una serie de disciplinas extraescolares para motivar a los niños y jóvenes de la zona.
Ellos responden bien a la oferta planteada porque no está hecha a la ligera, sino que es el resultado de un estudio de sus áreas de interés. «Primero hicimos prueba de muchas disciplinas, y en función de sus intereses y talentos realizamos la oferta». Y la oferta que demandaba esa población mayoritariamente gitana estaba relacionada con el terreno artístico. «Forma parte de su carácter y de su talento. Es lo que más les gusta hacer». Así, en el C.P. Salzillo, hay ahora una luminosa aula de música, varias de danza, un taller de cerámica… «¡Anda que no nos cuesta hacerles entender que el flamenco no es solo rumba, o que tiene que beber también de la danza clásica!» comenta Rosa con cariño. Ella está convencida de que gran parte de la solución pasaría por incluir la educación artística en primaria y secundaria. Y deja una nota para la reflexión: «De los niños con fracaso escolar, la mayoría son artistas».
También realizan proyectos sobre convivencia ciudadana, igualdad o resolución de conflictos a través del diálogo; y formación profesional en imagen y sonido o azafatas de eventos. Un ejemplo de esto es el gran programa de vídeo de Medialabs, cuyos estudiantes aprenden a utilizar cámaras y realizar bandas sonoras o videoartes.
En esta vertiente también se enmarca la gala anual en la que actúan los alumnos y eventos como el Festival Transmedia Espíritu Santo, que reunió a profesionales del sector de la realidad virtual. «El festival es el colofón para comprobar que este tipo de iniciativas funciona. Es algo tangible que puede tener continuidad y es un elemento innovador atractivo para traer visitantes».
«Esto se ha convertido en mi proyecto personal. Me llena de energía, porque se va viendo la evolución», dice Rosa Martínez. Su objetivo es ayudar a la gente de la zona a formarse, tener ilusiones y trabajar, pero también atraer gente al barrio. Durante la visita a la zona, Rosa se para a hablar con distintas personas del barrio. Unas niñas le preguntan si el centro social está abierto hoy, y ella responde que no. «¡Qué pena, está muy bien eso!», exclama una de ellas. Un vecino se interesa por la acreditación del festival de realidad virtual que Rosa luce en su cuello.
—¡Pásate a verlo! —le anima ella.
—¡Pero yo no tengo tarjeta de esa! —dice él.
—¡Da igual! Te registran en la entrada.
—¿Me registran? —bromea él, simulando escandalizarse al tiempo que se toca los bolsillos.
—Anda, ve, que te ponen unas gafas de esas de realidad virtual y ves cosas.
—¿De esas que te las pones y te hacen «¡buh!»? Quita, quita, a mí eso me da susto.
Qué bonito ha quedado 🙂
Me parece una iniciativa absolutamente factible en cualquier colegio público de este país que ayudaría a que los más jóvenes sean de la etnia que sean sé sintiesen valorados y se formarían grandes hombres y mujeres en este país que darían un paso gigante en nuestra cultura y ayudaría a dar credibilidad al arte intrínseco y genuino que el pueblo gitano trae de origen y que puede hacer bien a muchas generaciones.
Conoceis el pueblo de Fanzara, en Castellón?….tambien vale la pena ver sus pinturas en las fachadas de sus casas!…Allí se celebra el M.I.A.U. (Museo Inacabado de Arte Urbano)
https://vimeo.com/128348567
Qué iniciativa tan maravillosa. Estoy realizando actualmente un Trabajo de Fin de Grado sobre transparencia, Open Data y participación ciudadana y creo que es uno de los mejores ejemplos sobre cómo los ciudadanos tienen el poder de transformar sus barrios. Gracias por dar voz a estas iniciativas tan magníficas.