Instagramers, el poder aglutinador de Instagram

28 de junio de 2011
28 de junio de 2011
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Para muchos, Instagram ha supuesto una revolución no sólo para la fotografía móvil sino para la fotografía, con letras gordas. Más allá de la inmediatez que supone llevar la cámara en el bolsillo, para Philippe González supone «la democratización de la fotografía». Ayer, contó en The App Date cómo ha crecido Instagramers, una comunidad de usuarios de Instagram que, además de hacer fotos con la app, hablan de ello cuando no están disparando la cámara.
Amor por una app. Del verdadero, del que se tiene por las abuelas y no por las novias. Eso es lo que siente Philippe González, un francés con ascendencia extremeña, por Instagram, la app que se ha convertido en el mayor fenómeno de la fotografía móvil.  «En Instagram aprovechamos el sentimiento de pertenencia tan grande que se tiene formando parte de la comunidad Apple», contó. «La aplicación engancha tanto que el efecto ecosistema que ha generado es abrumador». Más allá de las 860.000 fotos diarias que se toman con Instagram, existe un universo de apps satélite que se han generado a la sombra de la misma. Es posible enviar postales desde cualquier lugar del mundo por menos de un euro, poner imágenes en tazas o imanes o crear mapa con fotos geolocalizadas.
Esa fiebre fue la que generó Instagramers, la necesidad de compartir más allá de la propia app. «La aplicación se ha convertido en una nueva fuente de información», destacó González. «Nos acerca tanto que queremos quedar». Y así nació el grupo de Instagramers de Barcelona, seis días después el de Madrid. Como blogs que hablaban de una app. Ahora son 80 grupos locales que crecen a razón de diez semanales con un total de 40.000 miembros y ese blog, que publicaba noticias acerca del fenómeno, se ha convertido en un magazine con entrevistas semanales y en un nodo de organización de eventos y quedadas.

Si algo tiene en común Instagramers con Timpik, es que la idea de comunidad se fragua en la red pero se focaliza fuera de ella. Timpik es una app creada por el granadino Camilo López que surgió de una necesidad personal. Cuando López, deportista insaciable, llegó a vivir a Madrid, se dio cuenta de que no contaba con amigos para jugar al fútbol. Así que optó por buscarse las habichuelas por sí mismo y creo Timpik, una app que sirve como utilidad para que una comunidad de usuarios puedan crear y gestionar partidos de diferentes deportes, configurar los equipos o, en un futuro, incluso reservar el terreno de juego. «Empezamos cuarenta amigos en esto y ya somos más de 7.000 jugadores que han jugado 4.000 partidos», explicó el CEO de Timpik, Francisco Javier López.
Ricardo Llavador, director creativo digital de Grey, dio un nuevo repaso a las apps más imbéciles que circulan por las tiendas de aplicaciones. Obamask, Nuke-o-meter o Girlfriend Calculator demostraron que la creatividad, en ocasiones, puede ser muy nociva y ofensiva para la dignidad y el conocimiento humano.

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