La historia de una camiseta suele venir dictada por las vivencias que se experimentan con ella. En muchos casos, el recuerdo a una persona está rotundamente unido a una camiseta característica. En otros casos, como el de las camisetas de Tee’s at Risk, la historia la sitúa el diseñador de la prenda y, además, se encuentra disponible a través de la propia prenda.
Cuando Ben Wiener y Richard Kligman comenzaron su aventura empresarial, pensaron que no estaría mal dotar al proyecto de un cariz social. De hecho, pensaron que estaban obligados a hacerlo. Por eso crearon Tee’s at Risk de la manera que lo crearon. Sus camisetas están diseñadas por, precisamente teens at risk, es decir, adolescentes con han sufrido o se encuentran en riesgo de exclusión social. Lo cuenta Ben Wiener. «La idea original fue de Richard. Él ha realizado muchos proyectos con jóvenes con problemas y también tenía experiencia en la industria de prendas promocionales. Así que decidió crear camisetas diseñadas por estos jóvenes artistas y dedicar parte de los beneficios a organizaciones sociales».
Wiener hace referencia a una de las chicas que diseñó una de las prendas para mostrar cómo ayudan a los jóvenes. «No podía creer que la hubieran elegido para producir algo en la vida real. Nos contó que su intención es convertirse en diseñadora de moda y que quería utilizar el diseño en su portfolio para solicitar el ingreso en escuelas de diseño. No publicamos los nombres de los diseñadores debido a sus edades pero ellos atribuirse la autoría de los mismos». Porque ahí reside otra de las curiosidades de las camisetas de Tee’s at Risk. Se puede llegar al origen de la historia partiendo desde su propio tejido. Cada una de ellas muestra un código QR que conduce a una web que aporta información acerca del diseño y su autor. Ese es el argumento que origina el claim de la compañía: «Every Shirt Has a Story».
Los objetivos de la empresa, que como los de todas las compañías pasan por tener beneficios, pivotan en torno a dos ejes que hacen de la idea un proyecto con background social. «Creamos lo que denominamos un «ciclo de beneficio», en el que los jóvenes dan salida a su expresión artística y las organizaciones sin ánimo de lucro se distribuyen parte de los beneficios generados por las camisetas para, a su vez, ayudar a otros jóvenes en riesgo», explica Wiener.
La relación de Teen’s at Risk con las organizaciones que se benefician de sus ganancias -National Runaway Switchboard o NY Youth at Risk, entre otras-, es totalmente altruista. «No pedimos nada a cambio. Si escogemos el diseño de un chico afiliado a una organización nos solemos inclinar a enviar aportaciones a dicha organización. Si elegimos a algún adolescente que es ‘agente libre’, por llamarlo de alguna manera, sencillamente escogemos a una ONG cuyos valores creamos que más se ajustan a la historia que hay detrás de la camisetas».
La historia que hay detrás de una camiseta
