Ha empezado la Liga tras un largo verano sin Mundial, ni Eurocopa. Apenas una Copa Confederaciones de infausto recuerdo. Ahora la crisis es menos crisis, la vuelta al trabajo es menos dolorosa y los domingos un poco menos tristes. Y eso que este año, la que fuera mejor liga del mundo exporta más talentos de los que importa. Sin embargo, el fútbol sigue siendo un negocio como hay pocos. Un dato: con el salario medio de cualquier equipo de la Primera División se podría pagar el paro a centenares de personas.
El fútbol es pasión, desahogo. «El fútbol es la vida», decía alguien. Es el símil perfecto de una guerra entre caballeros: eliges tu bando, idolatras a tus guerreros, vences y pierdes batallas, odias al rival y jamás olvidas que ese que era de los tuyos acabó por irse a otro equipo. Y todo, sin derramar una gota de sangre.
En ocasiones la envergadura de estos gigantes sobrepasa al de la población que les acoge. Ejemplos en Primera División hay varios llamativos, como el del Villarreal, que con 51.357 habitantes tiene un estadio para 24.500 personas, es decir, casi la mitad de su población. Situaciones similares vive Elche, pese a no ser una ciudad pequeña, con 230.587 habitantes y un estadio con capacidad para 36.017, o Bilbao, que con 351.629 tiene un estadio con capacidad para 53.332 personas. En ambos casos con siete estadios cobijarían a toda la población.
En el lado contrario estaría el Rayo, que aunque sea el tercer equipo de Madrid, no deja de tener un estadio minúsculo, de 14.708 habitantes, para los 3,2 millones de habitantes que tiene la ciudad entera.
El fútbol en España es de una importancia tal que sus cifras asustan. Por hablar en términos generales, si se suma la capacidad de todos los estadios de primera cabrían 784.226 personas, lo que equivale a la ciudad de Valencia entera, la tercera de España. Si se suma lo que se han gastado los equipos en fichar este año salen 262 millones de euros, que serán 362 cuando llegue Bale. Es más de la mitad del presupuesto para Cultura en este 2013 (712,1 millones de euros)
Si comparáramos el gasto de fichajes por años el resultado sería algo como esto:
Es fácil perderse en cifras de millones, pero si se ponen en contexto es más fácil entender cómo de grandes son algunos clubes. En el siguiente gráfico se comparan los presupuestos de los equipos de Primera con el de la Comunidad Autónoma en la que están (en amarillo el presupuesto del equipo, en gris el de la Comunidad Autónoma):
Estamos habituados a hacernos idea de las superficies en campos de fútbol, especialmente para incendios. Pero ¿qué pasa cuando lo que medimos en campos de fútbol es la cantidad de parados que quedarían? En este gráfico se puede ver cuántos estadios harían falta a cada equipo para que entraran todos los parados de sus provincias respectivas.
Y esta es posiblemente la estadística más demoledora sea esta: cuántas prestaciones de desempleo se podrían pagar con el sueldo medio de los futbolistas de cada equipo.
Fuentes (además del INE para el censo):