El próximo domingo 7 de junio México celebra elecciones federales. Los ciudadanos están llamados a las urnas para elegir a 500 diputados federales al congreso más los representantes políticos de 17 estados y sus correspondientes ayuntamientos. En total 15.832 cargos. El colectivo literario Re- se puso a echar números al respecto:
Cada uno de esos candidatos ha marcado una feroz campaña publicitaria para ser conocido por los votantes. Si se tiene en cuenta que, según datos del Instituto Nacional de Estadística, entre todas las fuerzas políticas habrá un gasto público en propaganda electoral y gastos de campaña de 5.356 millones de pesos (315 millones de euros), y que la mayoría de los partidos exceden ilegalmente la barrera de ese gasto, estamos hablando de una ingente cantidad desconocida de dinero que desde el próximo fin de semana no se puede zafar de la denominación de basura electoral. Re- está dispuesto a reciclar todas esas promesas en algo útil: arte literario y gratuito para la ciudadanía.
«Estamos preocupados por generar reflexión en nuestro espacio más inmediato, como es la Ciudad de México», explica uno de los portavoces del colectivo. A este proyecto lo han llamado Lee Lo Útil, y sus intenciones, según afirman, pasan por «resignificar la propaganda política con fines estéticos y prácticos; promover la lectura de manera no institucionalizada; y generar crítica a través de los materiales que utilizamos, en este caso propaganda política».
«Hemos calculado que acabada la campaña podremos conseguir en las calles aproximadamente unas 750 piezas de propaganda electoral», explica el vocero el funcionamiento, «las cuales se convertirán en 250 plaquettes (libretas) que se intervendrán con una selección literaria de poemas haikú, que serán textos inéditos de reconocidos poetas nacionales».
Uno de los principales fabricantes de carteles electorales en el Estado de Michoacán, que se niega a aportar su nombre ni el de su empresa, admite a Yorokobu que «en realidad, todos, o casi todos los partidos, se gastan mucho más dinero del que tienen permitido en esto». «La plata que se supone que no pueden pagar la dan por debajo, por eso hay tanta publicidad política en las calles y por todos los lados. Es que la neta (la verdad) se hace mucha. Los políticos están dispuestos a gastarse lo que sea porque la gente les conozca y les vote».
La iniciativa de Re-, lejos de poder impedir estas praxis ilegales de fabricación de propaganda, al menos quiere intervenir para que todo ese material no acabe corrompiendo el medio ambiente a la vez que la legitimidad electoral. La meta ahora es transformar todos los pasquines que puedan en arte público.
«Los ejemplares se repartirán en la calle, donde estableceremos puntos de lectura acompañados de una pequeña biblioteca móvil para que la gente pueda leerlos y llevárselos consigo», adelantan de la acción que llevarán a cabo el próximo domingo.
Asegura el portavoz que sus proyectos y actividades «buscan hacer del ciudadano de a pie un partícipe activo en procesos de reconfiguración social por medio de ejercicios literarios». Un desempeño para el cual aseguran que, a diferencia de la estrategia de los candidatos, solo se necesitan «los mínimos recursos económicos posibles», y «grandes ideas».