La sagrada institución del matrimonio

14 de abril de 2014
14 de abril de 2014
1 min de lectura

Sujeto y Predicado fueron presentados en un concierto de Madonna un verano de hacía ya ni se acordaban, y desde aquel momento supieron que seguirían juntos toda la vida. Encajaban tan bien que todos sus amigos les envidiaban y les ponían como ejemplo de pareja perfecta.

Hasta que un día se cruzó por medio un simpatiquísimo y fornido profesor de step. Sujeto se volvió loco de amor y se fugó con él a un grupo sintáctico de las afueras. Y Predicado, roto de dolor por la ruptura, se enrolló por despecho con un grupo adverbial que le dio muy mala vida, pero una intensa actividad sexual. Cuentan que la RAE actuó de mediadora matrimonial y sentó a los tres en el diván de su consulta. Sujeto se reconcilió con Predicado y el fornido profesor de step, que resultó ser en realidad una coma entrada en carnes con muy mala leche, empezó a tontear con otros grupos sintácticos del lugar, en busca de carne fresca.
Puede que más de uno penséis que el amor no es eterno. Eso, claro, si hablamos de parejas humanas. Pero en estructuras sintácticas, amiguitos y amiguitas, el amor sí es para siempre. Así que quedaos bien con esta copla: Sujeto y Predicado nunca nunca nunca pueden ir separados por una coma en una oración. Salvo en dos excepciones que explicaré más adelante.
Me da igual si hacéis una frase con un sujeto larguísimo y vuestros pulmones necesiten un respirín para tomar aire. Oralmente es lógico que hagamos una pequeña pausa por razones fisiológicas: o respiramos o nos morimos, ley natural. Pero una cosa es el habla y otra la escritura. Según esto que os cuento, la siguiente frase es incorrecta:
*El cuñado de tu hermano que montó una asesoría en Soria hace diez años, se ha hecho cura.
¿Cuáles son las dos excepciones de las que hablaba arriba? Estas dos de abajo:
1) Si el sujeto es una enumeración que termina en etc.:
La trompeta, el saxofón, la tuba, etc., son instrumentos de viento
2) Si entre el sujeto y el predicado metemos un inciso:
El coche de María, que fue un regalo de Luis por su cumpleaños, está en venta.
Fuera de estos dos casos, el divorcio de sujeto y predicado no está bien visto. Romper parejas es una cosa muy fea y no lo vamos a hacer, ¿verdad? En algo hay que contentar a la Conferencia Episcopal.

No te pierdas...