“1, 7, 6, 2, 9, 3“, y así sucesivamente hasta llegar a 400 números. Una voz grave lee estos dígitos en orden aleatorio mientras los participantes en la sala escuchan concentrados. Una vez terminado el tiempo, tienen 20 minutos para escribirlos en un papel en el orden exacto que ha sido dictado, sin ningún tipo de ayuda externa. Los concursantes recurren a distintos procedimientos para aumentar su concentración. Algunos usan gafas oscuras que reducen a la mínima expresión cualquier tipo distracción en su horizonte visual. Los protectores de oídos también proliferan en la sala para bloquear el sonido ambiental. Son herramientas utilizadas para facilitar el reto mental titánico que supone almacenar semejante cantidad de información en sus cabezas. Puedes ver el resto trabajo de David Vintiner en Fotokobu.