Ana Moreno imaginó que los helados podían desafiar la ley de la gravedad. Pese a ser verdes, los motivos vegetales que dibuja Sergio Rabanal bien podrían también ser ‘capilares’. Y Juan Díaz Faes demostró que lo de la superstición no va con él, al mezclar calaveras sobre un fondo amarillo. Los tres son los ganadores del concurso convocado por TST.
(Advertorial)
Tal y como se pedía en la convocatoria del concurso, todos ellos customizaron unas zapillas TST completamente blancas con sus propios diseños. Sus propuestas fueron las que recibieron más votos por parte de la redacción de Yorokobu (que, dicho sea de paso, no lo tuvo fácil a la hora de elegir) y, gracias a ello, se han hecho con un par de zapatillas de la marca.
Además de Ana, Sergio y Juan, otros muchos participantes utilizaron las zapatillas como lienzo. Algunos las descargaron desde nuestro blog y dibujaron sobre ellas directamente desde su ordenador. Otros optaron por imprimirlas. Y algunos pintaron directamente sobre las que publicamos en el número de septiembre de nuestra edición impresa.
Junto a profesionales del diseño, como lo son los tres ganadores, entre los que enviaron sus ilustraciones había también mucho amateur. Algunos de ellos en edad escolar. Es el caso de Sofía, de 9 años, quien pertrechada con sus rotuladores, decoró sus zapatillas con estrellas y una enorme flor. O Lucía, de 10 años y autora del dibujo más dulce, al colmar las TST con los ingredientes de una tarta. Aunque de entre todos los participantes, la más joven fue Alma, de 6 años.
A ella y al resto de participantes queremos hacerles llegar nuestro agradecimiento, al que añadimos también nuestra felicitación a los finalistas y ganadores. Lo dicho, ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS Y ENHORABUENA!
