Por quรฉ amamos la ligereza y huimos de la profundidad

Nuestra sociedad ha promovido desde los aรฑos 60 la aspiraciรณn de que vivamos la vida con ligereza, dejรกndonos experimentar y sentir, sumergiรฉndonos como nadadores prodigiosos en la corriente infinita del presente continuo, dejando a un lado los asuntos profundos hasta que no nos queda mรกs remedio que afrontarlos y silenciando en lo posible a los pedantes y pesados que se obstinan en hacernos pensar.

ยฟPero quรฉ es vivir ligeramente? Es un deseo de placer y bienestar, es una forma de comunicarse y es la transformaciรณn del mundo fรญsico empezando por nuestros cuerpos y acabando por puentes o carreteras. Este deseo, comunicaciรณn y expresiรณn fรญsica no son opcionales: los impone la sociedad mediante la seducciรณn. Ahora desarrollaremos con sencillez estas ideas, algunas de las cuales se encuentran en De la Ligereza, el libro de Gilles Lipovetsky que acaba de publicar Anagrama.

La inmensa mayorรญa de la sociedad exige consumir mรกs y convertir casi todas las actividades en una forma de consumo y moda, que la alianza del estado y el mercado siga garantizando unos niveles de bienestar sin precedentes antes de los aรฑos 70 y que exista una amplia oferta de productos y servicios que estimulen constantemente nuestros apetitos mientras la tecnologรญa, los medios de comunicaciรณn y la publicidad nos ayudan a vivir siempre en el presente.

[pullquote]Nos quejamos de las empresas y el estado como nos quejรกbamos de nuestros padres en la adolescencia[/pullquote]

Cuando casi todas las actividades se convierten en consumo y moda, las vaciamos del contenido que tenรญan anteriormente. Esto puede ser negativo โ€”el sexo no es un momento de intenso placer cรณmplice entre dos personas que saben cรณmo satisfacerse, sino un pasatiempo para conocer gente sin conocerla realmente; los amigos se confunden con los amigos de Facebook y ser padre se reduce a ser emprendedor por otros mediosโ€”, pero tambiรฉn positivo, como demuestra el hecho de que acciones tan tediosas y solitarias como viajar con desconocidos pasen a ser algo divertido y una forma nueva de crear vรญnculos con los demรกs.

Lo mismo ocurre con que la alianza entre el estado y el mercado siga garantizando unos niveles de bienestar sin precedentes antes de los aรฑos 60. Es obvio que la salud y la esperanza de vida han mejorado en Europa gracias a la expansiรณn de la sanidad pรบblica, que el analfabetismo se ha erradicado prรกcticamente, que las pensiones han mitigado la terrible pobreza que sufrรญan antes los ancianos y que el mercado ha generado enormes oportunidades de consumir, de crear y de financiar el enorme gasto pรบblico que requiere la ligereza.  

Al mismo tiempo, esa exitosa alianza entre el mercado y el estado ha provocado graves conflictos de interรฉs entre la administraciรณn y las empresas, y ha trasladado a la poblaciรณn la sensaciรณn de que las empresas y el estado deben encargarse de todo y de que son siempre los รบnicos culpables si algo va mal. Asรญ, no es extraรฑo que todos nos veamos con derechos infinitos y obligaciones limitadas y que, en demasiadas ocasiones, descartemos asumir la responsabilidad de nuestro bienestar, el de la sociedad o el del planeta al que pertenecemos. Nos quejamos de las empresas y el estado como nos quejรกbamos de nuestros padres en la adolescencia.

La vida como supermercado

La ligereza nos ha procurado, igualmente, una amplia oferta de productos y servicios que estimulan constantemente nuestros apetitos mientras la tecnologรญa, los medios de comunicaciรณn y la publicidad nos ayudan a vivir siempre en el presente.

Esta situaciรณn de estรญmulo continuo y de inexistencia de futuro o pasado es la que explica el frenesรญ con el que vivimos (entre 2000 y 2012, se multiplicรณ por treinta el nรบmero de niรฑos espaรฑoles que consumen fรกrmacos contra la hiperactividad), la sensaciรณn de desorientaciรณn cuando nos paramos un momento a pensar (entonces utilizamos el mรณvil y consultamos compulsivamente WhatsApp, Facebook o Instagram para mitigar la ansiedad) y la profunda desconexiรณn que sufrimos frente a la generaciรณn de nuestros padres, abuelos e hijos.

Comentรกbamos mรกs arriba que la ligereza tambiรฉn es una forma de comunicarse. Concretamente, es una forma de dar prioridad a los mensajes sencillos, superficiales, emocionales y rรกpidos en todos los campos de nuestra vida. Esto parece muy abstracto, pero no lo es en absoluto.

Si se privilegian los mensajes sencillos, superficiales, emocionales y rรกpidos, entonces resultarรก cada vez mรกs difรญcil transmitir o entender realidades o sentimientos complejos. Esto significa que cuando queremos hablar de una experiencia que ha removido nuestras entraรฑas o no sabemos cรณmo hacerlo o el que nos escuche no entiende lo que decimos. Dirรก: no te comas tanto la cabeza y cierra el WhatsApp, que no son horas.  pages_ligereza1-2

Tambiรฉn significa que cuando los medios de comunicaciรณn o los artistas quieren exponer una cuestiรณn complejรญsima, o no encuentran una audiencia dispuesta a escucharlos o, sencillamente, tienen que presentarla como un espectรกculo rรกpido y fรกcil de digerir aunque sea amargo. Las televisiones y periรณdicos han tenido que convertir la crisis de refugiados en el drama y tragedia de los refugiados. Lo han teatralizado para que no cambiemos de canal. Lo mismo puede decirse en sus รกreas de los artistas de los museos de arte contemporรกneo, de los escritoresโ€ฆ  

Otro ejemplo mรกs lo encontramos en la educaciรณn. Si la convertimos en un producto de consumo ajustado a las necesidades de un cliente que demanda, muchas veces, conocimientos superficiales, emocionantes, rรกpidos y fรกciles de adquirir, entonces la formaciรณn y la cultura del esfuerzo tambiรฉn se resienten.

Sin formaciรณn, sin cultura del esfuerzo, sin informaciรณn seria y sin la convicciรณn de que somos nosotros los que debemos asumir la responsabilidad de defender nuestro bienestarโ€ฆ el debate pรบblico degenera en lo que ya conocemos: un patio lleno de gritos y unos lรญderes polรญticos que no representan programas sino estados de รกnimo exaltados (apatรญa, miedo, indignaciรณn). Los estados de รกnimo exaltados ni negocian, ni se respetan, ni tampoco pactan un acuerdo de legislatura. Y menos cuando los medios les exigen soluciones espectaculares, rรกpidas, inmediatas y emocionales, aunque no resuelvan nada o incluso compliquen las cosas a medio plazo.  

[pullquote]Si convertimos la educaciรณn en un producto de consumo ajustado a las necesidades de un cliente que demanda, muchas veces, conocimientos superficiales, emocionantes, rรกpidos y fรกciles de adquirir, entonces la formaciรณn y la cultura del esfuerzo tambiรฉn se resienten[/pullquote]

La tercera dimensiรณn de la ligereza es la transformaciรณn del mundo fรญsico empezando por nuestros cuerpos y acabando por puentes o carreteras. Aquรญ es donde entran en juego la emergencia de las dietas y de la delgadez obligatoria, la necesidad de que cualquier estilo de vida saludable sea light o el mandato de que la arquitectura, la decoraciรณn, la estรฉtica y los productos electrรณnicos huyan de lo recargado y se vuelvan casi aรฉreos y minimales.

Otro punto interesante es lo que Gilles Lipovetsky denomina โ€˜nanopoderโ€™, que no es otra cosa que la enorme influencia que adquieren en nuestra sociedad la manipulaciรณn de todo lo diminuto (los genes y los รกtomos, por ejemplo), lo intangible (los bits, la informaciรณn, los datos, los flujos financieros mundiales) y lo digital.

Curiosamente, la digitalizaciรณn del mundo fรญsico que promete internet de las cosas es un ejemplo de cรณmo la sociedad quiere transformar totalmente el entorno en el que vive vaciรกndolo de su anterior significado. Los puentes y carreteras, cuando los conectamos a la Red, se convierten en infraestructuras inteligentes.

Morir de รฉxito

La ligereza es una aspiraciรณn forzosa que, irรณnicamente, no se impone por la fuerza sino por la seducciรณn abrumadora. Antes de convertir el mundo fรญsico en digital, colocamos la seducciรณn en el lugar que ocupaban la disciplina, las รณrdenes de las instituciones autoritarias (la iglesia, el ejรฉrcito), la etiqueta obligatoria de las clases sociales (los pobres deben vestirse y comportarse como pobres y los ricos como ricos) y, por รบltimo, las ideologรญas y religiones que exigรญan militancias fieles y para toda la vida.

Es verdad que la ligereza cabalga a lomos de una influencia y seducciรณn furiosas, y enormes como purasangres negros, pero, curiosamente, tambiรฉn es su รฉxito extremo el que puede acabar destruyรฉndola y haciendo caer a la sociedad del caballo.  

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Una forma de que tenga un รฉxito extremo es que consiga acallar y arrinconar totalmente a las personas reflexivas y crรญticas. Silenciar a la disidencia puede silenciar tambiรฉn a quienes exigen que los problemas graves se aborden hoy en vez de dejar que sigan agravรกndose hasta que el sistema se aproxime a la quiebra por su culpa y no haya dinero para seguir financiando la ligereza. Esto ocurriรณ en Espaรฑa con la crisis bancaria y estรก volviendo a ocurrir con la reforma de las pensiones.

Otra forma de รฉxito extremo es que la sociedad ligera delegue despreocupadamente todo el poder en una รฉlite de insiders y expertos, que son los que deberรกn ocuparse de cada vez mรกs decisiones complejas y de largo plazo. Aquรญ nos encontramos con un grupo de personas informadas y con todos los instrumentos de un poder que los ciudadanos se vuelven cada vez mรกs incapaces de controlar o limitar. La principal obligaciรณn de esta รฉlite serรญa acreditar que estรกn preparados, garantizar el bienestar y decir a la poblaciรณn sรณlo lo que quiere oรญr.  

La tercera forma de รฉxito que puede matar a la ligereza es que el tremendo bienestar que promete se vuelva contra ella. Los que se sientan excluidos de ese bienestar y esos placeres casi infinitos, que pueden identificarse con los perdedores de la globalizaciรณn, se sienten insultados y humillados por la seducciรณn de los medios o la publicidad y el estรญmulo de unos apetitos consumistas que el sistema nunca les permite satisfacer. Entonces es cuando recurren al populismo y votan a personajes como Donald Trump.  

Es una ironรญa increรญble que la sociedad de la ligereza sรณlo pueda morir de รฉxito, que sรณlo sea sostenible si fracasa en su impulso de dominarlo todo y que dependa para sobrevivir de las ideas, las palabras, la fuerza y el coraje de los mismos โ€˜profundosโ€™, pedantes y pelmazos a los que intenta silenciar.  

13 Comments ยฟQuรฉ opinas?

  1. [โ€ฆ] (22/dic/2016): Ha llegado a mis manos el artรญculo โ€œPor quรฉ amamos la ligereza y huimos de la profuncidadโ€œ. Viene muy a colaciรณn de lo que se expresa en este artรญculo y de cรณmo la superficialidad [โ€ฆ]

  2. ยซEl mundo como proyectoยป de Otl Aicher, hace una reflexiรณn en la misma direcciรณn. Pero es demasiado profundo y mucha gente deja el libro por ยซpelmazoยปโ€ฆ

  3. He descubierto desde hace poco que un enorme sentimiento de de frustracion se extiende como la mancha de aceite. Todos mienten y enseรฑan a sus hijos que la verdad es algo que podemos olvidar. ยกPara que! Solo es la verdad, algo importante pero que no tiene valor.

  4. El pensar es algo tb bueno y una virtud nadรฉ de excusarse en pesadez de hecho el gran problema de la gente q no sabe profundizar es que no saber sentir ni dar ideas nuevas a la sociedad.

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