Nadie se libra de los retortijones imprevistos fuera de casa. La llamada urgente de la naturaleza nos hace aรฑorar nuestro retrete propio mientras buscamos el baรฑo pรบblico mรกs cercano. No siempre es fรกcil dar con uno; o, al menos, con uno que cumpla con los estรกndares mรญnimos de la decencia. Toca negociar una tregua con nuestro intestinoโฆ o hacer de tripas corazรณn.
Guido Corradi, psicรณlogo de datos y docente e investigador en la Universidad Camilo Josรฉ Cela, piensa mucho en estas cosas. Su diagnรณstico de colitis ulcerosa lo convirtiรณ en una persona dependiente del baรฑo, y desde entonces empezรณ a prestar atenciรณn a las profundas carencias de los aseos pรบblicos en Espaรฑa.
Corradi entrevistรณ a los pacientes del hospital con los que coincidรญa cuando le administraban su medicaciรณn; y a partir de ahรญ elaborรณ una encuesta mรกs amplia que dio pie al estudio en el que, junto a sus colegas Juan Ramรณn Barrada y Eduardo Garcรญa-Garzรณn, se presenta la primera herramienta para evaluar baรฑos pรบblicos.
EL BAรO DE NUESTROS SUEรOS: LIMPIO, รNTIMO Y FรCIL DE USAR
Los psicรณlogos dilucidaron los tres criterios universales por los que los usuarios juzgamos un baรฑo pรบblico: la limpieza, la intimidad (el pestillo, el aislamiento de ruidos, la privacidad, etcรฉtera) y la facilidad en el uso (por ejemplo, que haya jabรณn y papel higiรฉnico).
No todo el mundo valora estos tres aspectos por igual: las preferencias varรญan segรบn nuestras necesidades. Las personas dependientes del baรฑo dan mรกs importancia a la intimidad y a la limpieza que los demรกs. El motivo es que una usabilidad deficiente se puede compensar, mรกs o menos, llevando a todas partes un kit con paรฑuelos y gel para lavarse las manos.
Para sorpresa de Corradi y sus compaรฑeros, en la investigaciรณn se descubriรณ que, si bien nos inclinamos por aguantarnos hasta llegar a casa, la frecuencia de uso de los servicios pรบblicos sigue siendo la misma. ยซLos baรฑos son inevitablesยป, expone el cientรญfico. ยซNo hay que perder de vista que estos enfermos crรณnicos no tienen la opciรณn de retrasar voluntariamente el uso del baรฑo, por lo que hacen un uso (obligado) frecuente de estos aseosยป.
ASEOS DE MUJERES PENSADOS PARA HOMBRES
La brecha de gรฉnero no se va por el desagรผe al tirar de la cadena. El estudio demuestra que las mujeres valoran mรกs que los hombres la higiene, la privacidad y la facilidad de uso de los baรฑos pรบblicos. Este fenรณmeno indica que los aseos compartidos no se adaptan a las necesidades de una mitad de la poblaciรณn.
Corradi explica que los baรฑos pรบblicos se suelen diseรฑar siguiendo los preceptos de una falsa neutralidad. Asรญ, por ejemplo, los servicios de las mujeres y los de los hombres suelen ocupar el mismo nรบmero de metros cuadrados, cuando ellas necesitan disponer de mรกs espacio. He aquรญ el origen de la cola permanente para entrar al baรฑo de las chicas.
Lo que separa a unas y a otros tambiรฉn pasa por el estรณmago. ยซLa emociรณn que diferencia a hombres y mujeres respecto al uso de baรฑos pรบblicos es el ascoยป, cuenta el investigador. ยซAdemรกs, tienen expectativas mucho mรกs negativas respecto al uso del baรฑoยป.
Un aseo pรบblico verdaderamente neutral (y en buen estado, se entiende) salvarรญa estas distancias y beneficiarรญa, ademรกs, al colectivo trans. Los baรฑos segregados son lugares potencialmente peligrosos para las personas trans, que temen sufrir agresiones si los usan.
BAรOS PรBLICOS QUE NOS DEJAN CON EL CULO AL AIRE
Esa reticencia generalizada a ir al baรฑo fuera de casa es para tomรกrsela en serio. La hostilidad que despiertan los servicios pรบblicos, forjada a base de encuentros con vรกteres sucios, portarrollos vacรญos y puertas sin cerrojo, es un problema de salud pรบblica. De hecho, la ciencia relaciona el intento por evitarlos con el desarrollo de problemas de vejiga en mujeres.
Tampoco es que se hable mucho del tema. Los psicรณlogos encontraron muy poca literatura relativa a su objeto de estudio. Por contra, se dieron de bruces contra el tabรบ que sostiene esa gran farsa global por la que actuamos como si nadie en el planeta tuviera necesidades fisiolรณgicas. De ahรญ viene el sudor frรญo cuando el apretรณn nos pilla lejos de nuestro baรฑo.
Porque el baรฑo ya no es el habitรกculo puramente funcional que un dรญa fue. Actualmente es un espacio para el bienestar con cremas en la repisa, radio impermeable en la ducha y sudokus a medio terminar junto al inodoro. No obstante, los aseos pรบblicos todavรญa se entienden como una extensiรณn de la vida privada donde cada cual tiene que buscarse la vida. De este sรกlvese quien pueda se derivan consecuencias fรญsicas y emocionales negativas.
La disponibilidad de servicios ยซno es una prioridad para las autoridades ni se manifiesta preocupaciรณn por elloยป, denuncia Corradi. ยซSon las asociaciones las que presionan por los baรฑos en condiciones aceptablesยป.
La Confederaciรณn de Asociaciones de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa de Espaรฑa (ACCU) lleva a cabo iniciativas con el fin de allanar el camino a las personas dependientes del baรฑo. Una de ellas es el reparto de tarjetas acreditativas que se entregan en los bares para entrar al aseo de manera urgente. Este proyecto tiene varios nombres, como No puedo esperar, en Cataluรฑa, ยกLo necesito ya!, en el Paรญs Vaco y No aguanto mรกs, en Canarias.
Los bares son una pieza clave dentro de la red de baรฑos pรบblicos de Espaรฑa, pero no son la soluciรณn ideal: ni la legislaciรณn es clara en cuanto al acceso de sus aseos para toda la ciudadanรญa (se consuma en el local o no) ni es comรบn toparse con una buena actitud por parte del personal al pedir permiso para utilizarlos.
NO EXISTE EL BAรO PERFECTO
La escala propuesta por Corradi y su equipo establece unos parรกmetros para evaluar la calidad de un baรฑo pรบblico, aunque su valoraciรณn por los usuarios sigue siendo una cuestiรณn muy personal que ataรฑe a las circunstancias de cada quien. La enorme diversidad humana hace muy difรญcil que el baรฑo perfecto pueda existir.
Eso no quita que las cosas puedan hacerse mejor. Para Corradi, es fundamental que las autoridades tengan en cuenta las necesidades de la gente en su uso de los baรฑos pรบblicos. ยซPreguntar, evaluar, preocuparse y ser conscienteยป, sintetiza.
El psicรณlogo se embarca ahora en una nueva investigaciรณn para analizar el impacto de los baรฑos pรบblicos en la calidad de vida. Ve en esta lรญnea de trabajo un alto potencial de aplicar la teorรญa a la prรกctica; la posibilidad de, como รฉl mismo dice, ยซusar la ciencia para construir un buen lugar pรบblico para un acto sumamente privadoยป.
que ocurrencia por favor, nota expectacular, de esas que no abundan, los felicito , me enanta su blog. Saludos desde la Argentina y si no lo toman a mal , me encantaria que se pasen por mi blog. https://viajamosjuntos.com.ar/ Salu2
Claro que existe el baรฑo perfecto, y ademรกs estรก en el paรญs de donde procede el nombre de su revista: Japรณn.
No solo han resuelto con maestrรญa todos los problemas de los inodoros, sino que ademรกs la educaciรณn de la poblaciรณn respecto a la higiene y la รฉtica profesional a todos los niveles (incluso de quienes limpian baรฑos pรบblicos) hacen que nos lleven dรฉcadas de ventaja en este tema.
Lo increรญble es que aรบn los bidets electrรณnicos japoneses no sean el estรกndar en el mundo desarrollado.