Rosalía Vicente, más conocida como Lovelinesse en redes sociales, empezó su trayectoria profesional en el comercio internacional. Esa labor la llevó a residir en Marruecos una temporada y allí se enamoró del país y de su cultura.
«Cuando me mudé a Marruecos, me pareció una muy buena oportunidad para descubrir una parte de la cultura del país que quizá no era tan conocida, romper un poco los estereotipos que se pudieran generar sobre el mundo árabe, sobre su religión, sobre su cultura… Ahí me enfoqué en compartir mi visión de las cosas, de la vida», explica.
Fue en esa primera etapa donde se aficionó a la fotografía y empezó a compartir sus instantáneas por redes sociales. «Para mí, la fotografía está muy relacionada con la perspectiva, con la manera de ver las cosas y con la capacidad de mostrar al mundo», comenta. De Marruecos saltó al Líbano, después a Israel… y fue entonces cuando vio la oportunidad de contar su «visión como mujer joven en el norte de África y Oriente Medio; cómo era mi vida, mi día a día. Contar que no me parecía peligroso, que me parecía interesante visitar estos países… La visión oculta».
Lovelinesse no hace fotografía social. «Yo no tengo interés en fotografiar escenas tradicionales, como esas escenas de unos beduinos en el Sáhara bebiendo té. Pueden ser fotografías impactantes y muy bonitas, pero mi enfoque es más como un lifestyle, solo que en otro lugar del mundo», explica. Y eso le llevó a crear una revista de fotografía, Beit, donde plasmaba la belleza de aquellas culturas, labor que compagina con su actividad profesional. Dejó el comercio y empezó a dedicarse a la gestión de proyectos internacionales de investigación, trabajo que le permitía seguir practicando una de sus pasiones: viajar.
Y en medio de esa vorágine de ir de aquí para allá, una semana antes de viajar a Corea del Sur, con todo ya preparado y un montón de reuniones profesionales concertadas, se rompió la rótula. De pronto, el caos. Cambio de planes y a buscarse la vida para poder seguir con su actividad, pero con el problema de movilidad que su accidente conllevaba. «También tenía un montón de campañas pendientes con colaboraciones de Instagram para ponerme a grabar y a filmar, así que la cosa me vino muy mal», se ríe ahora al recordarlo. ¿Cómo podía hacer para seguir con todo?
«Pues un trípode, la cámara e innovar en casa con la movilidad que tenía», recuerda. «Con la limitación de la movilidad, sí que he estado muy dependiente de la tecnología: de la tablet, del teléfono para contactar con la gente y, sobre todo, del portátil para la edición de fotos, para la redacción de los textos…». Afortunadamente, contaba con un LG gram para sacar adelante todo el trabajo.
Imposibilitada para sentarse frente a su ordenador de mesa, el portátil más portátil le permitía moverse y desplazarse por la casa sin que el peso del equipo fuera un problema. «Piensa que yo iba con las muletas y no podía llevarlo con las manos, así que lo metía en una tote que me permitía pasearlo por toda la casa».
«El LG gram me ha ayudado a estar conectada 24/7. Es superligero y tiene una gran autonomía», detalla sobre este equipo. Cuando pudo recuperar algo de movilidad, empezó a poder hacer viajes cortos en tren, ya que tampoco podía conducir. «Para viajar en tren es estupendo porque no tienes que estar preocupándote del cargador ni de los mil accesorios del cargador. La batería te dura todo el día. Tú puedes llegar a un sitio, estar en una reunión y volver y seguir utilizándolo en ambos trayectos».
Con solo 1 kg de peso, el LG gram es ultraligero, por lo que resulta un factor fundamental para profesionales que deben moverse de un sitio a otro por razones de trabajo, como es el caso de Rosalía Vicente. Además, su batería ofrece una autonomía de hasta 23,5 horas. Su pantalla profesional permite trabajar con contenido 4K UHD con máxima fluidez con un ratio de aspecto 16:10. Con un gran rendimiento y conectividad, es tan potente que permite llevar a cabo varias tareas simultáneas ofreciendo el máximo potencial en cualquier lugar.
LG gram cuenta con un diseño ultracompacto gracias a sus marcos más finos con los que consigue que en la carcasa de 15,5″ se implemente una pantalla de 17”. Además, en su mejora del diseño, incorpora una bisagra invisible que lo convierte en un portátil más elegante y funcional. También resulta cómodo para trabajar porque cuenta con una nueva camara FullHD con sistema infrarojo de reconocimiento facial compatible con Windows Hello, un nuevo Touch Pad más amplio y preciso, y un teclado con retroiluminación donde se ha mejorado el tamaño y el recorrido de las teclas.
Y algo muy importante cuando se trabaja en un tren o un lugar compartido con más gente: es muy silencioso y uno de los más eficaces térmicamente del mercado gracias a la optimización del sistema de ventilación, que permite mover un 50% más de caudal de aire que generaciones anteriores, con un nivel de ruido de solo 25dB.