Existe otro planeta donde no hay demarcaciones políticas y la geografía de sus islas se formó imitando la silueta de los números. A cada islote asignaron un nombre que se correspondía con la palabra que designa a ese número en varios idiomas del globo terráqueo.
El dios de ese mundo se llama Shahin Haghjou y lo creó en tres días. El primero, lo dibujó en papel. El segundo –cuenta– «lo convertí en vectores con una fórmula mágica del Live Trace del Ai CS5». Y el tercero lo pintó en Photoshop «con trucos para que parezcan de los años 30 a 70 del siglo XX» o, dicho de otro modo, «vintage hipsterificado». El cuarto lo publicó en la revista del mes de mayo de Yorokobu y echó a rodar para siempre.
Islotes de números en medio del océano

Artículos relacionados


15 de abril de 2025
Estás siendo tragado por un sumidero galáctico supermasivo, y lo sabes

14 de abril de 2025
‘Mamia’: la cocina se escribe en femenino plural

15 de abril de 2025
Breve historia de la gorra de béisbol
Misma categoría
Artículo relacionado

Sobre nosotros
Yorokobu es una publicación hecha por personas de esas con sus brazos y piernas —por suerte para todos—, que se alimentan casi a diario.
