La confianza ciega de los espectadores en los comentarios de los locutores

Hay telespectadores con mรกs fe en lo que escuchan que en lo que ven. La Fรณrmula 1 y programas como MasterChef sirven como ejemplo.

ยฟPor quรฉ 450 millones de personas siguen la Fรณrmula 1? Faltan referentes visuales para situar a los competidores en el circuito y hay una confianza plena en las palabras de los comentaristas: ยซFulano va por delanteยป. Aquรญ hay, pensรฉ, un caso de suspensiรณn de la incredulidad.
LA SUSPENSIร“N DE LA INCREDULIDAD Y LA NO FICCIร“N
El concepto suspensiรณn de la incredulidad define la voluntad de una persona para acallar su sentido crรญtico y aceptar las ficciones que proponen las novelas, el teatro, el cine y las series. Explica por quรฉ el espectador acepta la convivencia de personas con dragones, la existencia de superhรฉroes o los viajes al pasado. (Pocas personas rechazan la fantasรญa por improbable). ยฟPor quรฉ este concepto no puede aplicarse a otras producciones audiovisuales?
โ€˜Fร“RMULA 1โ€™ O LAS EMOCIONES EN LAS PALABRAS
En la Fรณrmula 1 โ€”quitando las salidasโ€” las emociones no estรกn en la pista, estรกn en los comentarios de los presentadores. En frases como ยซdiez vueltas para finalizar la carreraยป o ยซentra en boxes por un problema conโ€ฆยป El aficionado debe aceptar por fuerza lo que escucha porque las cรกmaras no abarcan la totalidad de la pista ni permiten seguir la evoluciรณn de los pilotos. Un espectador de fรบtbol sรญ puede ver cรณmo un jugador roba una pelota, regatea a tres, cuatro rivales y lanza a porterรญa. Digo fรบtbol como podrรญa decir baloncesto, voleibol o cualquier otro deporte que permite al telespectador hacerse una idea de cรณmo transcurre el evento sin comentarios. (En los bares no se escucha el fรบtbol, se ve).
El espectador de Fรณrmula 1 es, ante todo, un creyente del espectรกculo que tiene a los comentaristas como chamanes menores. Los pilotos no son deportistas sino totems inexpresivos que en ocasiones emiten voces. Las escuderรญas son facciones de la misma religiรณn mecรกnica que por un lado crean vehรญculos y por otro, mitologรญa. El creyente no lo es de una forma de jugar. Bajo los trajes y los cascos todos los hombres son iguales. En ningรบn momento vemos su sufrimiento bajo los cascos ni los mรบsculos tensos de los pilotos. Falta รฉpica en esto. El espectador, el creyente, se alimenta de las historias de rivalidades y contempla las carreras entregรกndose a las palabras de los comentaristas: ยซFulano adelantaยป, ยซentra en boxesยป, ยซlleva ventaja sobre Menganoยป. Palabras que dejaron de ser atractivas para 50 millones de personas en 2013.
โ€˜MASTERCHEFโ€™ Y EL ESPECTADOR CARPANTA
MasterChef comparte con la Fรณrmula 1 el concepto de suspensiรณn de la incredulidad. Aquรญ podemos ver las prisas, las caras de estupor, de alegrรญa y los llantos de los participantes. Tambiรฉn la rivalidad, ingrediente que sabe cocinar la versiรณn USA. En esta versiรณn, cada participante ve en otro a su Nรฉmesis: alguien a quien batir o a quien gustarรญa ver fuera. Al margen de esto, MasterChef toma como base โ€”en cualquier paรญsโ€” los paladares no cuestionados de los jueces.
ยซPerfecto pato en salsa de ajoยป, dice uno de los jueces, y el telespectador lo acepta como un autรฉntico convidado de piedra, Carpanta que imagina sabores a travรฉs de los ventanales de los restaurantes. Y esto es extraรฑoโ€ฆ
MasterChef es un talent show extravagante para los tiempos de la televisiรณn social. Obliga al espectador a implicarse mรกs de lo habitual. En un concurso de cantantes o imitaciones, el pรบblico, aunque sin voto, juzga a los participantes y a los jueces. Estos pueden recibir comentarios crueles por sus decisiones. Por el contrario, los jueces de MasterChef son figuras indiscutibles.
ESPECTADORES QUE SABOREAN LOS PLATOS
En foros y pรกginas dedicadas a MasterChef los comentarios de los lectores dicen que tal o cual participante es quien mejor cocina. Comentarios temerarios. Quienes alaban la cocina de Fulano o Mengano, ยฟla han probado? Los espectadores coherentes solo podrรญan decir que tal o cual participante le cae simpรกtico, le parece buen chico, engreรญdo o humilde.
Es posible que muchos espectadores en la vida real no coincidieran con los jueces. Hay personas que rechazan ciertos alimentos por la textura o por desagradables experiencias infantiles.
Por esto, el espectador de MasterChef es un creyente como el seguidor de la Fรณrmula 1. Confรญan en quienes les dicen a travรฉs de la pantalla ยซesto es asรญยป. Espectadores que no ven; creen ver.

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#142 Primavera / spring in the city

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Patrick Thomas

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