Mi coche es tu coche

El coche es, quizás, la propiedad más importante de una familia después de la propia vivienda: cuesta bastante dinero y solemos estar pagándolo unos añitos. Sin embargo, muchas veces no se utiliza lo suficiente y el vehículo pasa días aparcado en el garaje. Desde luego, esta no es la mejor forma de rentabilizar la inversión ,sobre todo si tenemos en cuenta que, a cada minuto que pasa, nuestro coche está perdiendo valor. La economía colaborativa, que cada vez cobra más importancia en nuestras vidas, y que tiene mucho peso en los proyectos emprendedores que han sido y van a ser posibles gracias al respaldo de ron Ritual, ofrece la solución: alquila tu coche a otras personas que sí lo necesitan.

Siguiendo esta tendencia en auge, en España ya existen empresas que permiten el alquiler de coches entre particulares. Una de ellas es Social Car, empresa pionera en este servicio, fundada en 2011 por Francesc Queralt y Mar Alarcón. Estos dos emprendedores, tras haber vivido en diferentes países y afincarse definitivamente en Barcelona, se dieron cuenta de que no estaban utilizando el coche que habían comprado. En ese momento se les encendió la bombilla y dieron con este modelo de negocio social y sostenible que únicamente persigue el beneficio mutuo. Los datos, además, les avalan. En España hay 29 millones de coches que pasan el 98% del tiempo aparcados.

Con este panorama tan favorecedor surge Social Car, con el objetivo de conectar a personas que disponen de vehículo propio pero que no lo utilizan frecuentemente con otras que necesitan un coche para desplazarse y no tienen uno en propiedad. Ambas partes deben darse de alta en la plataforma y a través de ella efectuar la transacción. Sin embargo, después, arrendador y arrendatario deben quedar personalmente para hacer el intercambio de las llaves y del propio coche. Tan simple como sencillo.

Según la plataforma, de media, el usuario que alquila su coche obtiene unos ingresos extra de 2.000 euros al año. Por su parte, el que lo arrienda unas horas se ahorra unos 4.000 euros al año. Además del beneficio económico, no hay que olvidar que de esta forma se hace un uso más sostenible y óptimo del transporte privado. Además de minimizar la flota de vehículos en desuso que, en muchos casos, ocupan el espacio público.

En estos cuatro años la plataforma ha conseguido ya a más de 30.000 usuarios: unos 25.000 conductores y 5.000 propietarios en toda España que prefieren compartir su vehículo a dejarlo guardado en el garaje. Y cada vez son más personas interesadas en este servicio, desde particulares pasando por profesionales o turistas que están de paso. Si esta tendencia sigue por este mismo camino, las ciudades del futuro se dibujan con menos coches, más sostenibles y una oferta aún mayor de movilidad.

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