Mierda es: reflexiones de un glande existencialista

En Mierda es viven dos personajes. Uno es un cubo skater y el otro, “una especie de glande existencialista encapuchado” que quiere huir de este planeta.
Estas criaturas protagonizan varias historias del fanzine titulado Mierda es, diseñado y escrito, en su totalidad, por Hugo Sierra. “Me divertía dibujar a estos personajes y contar sus historias personales. El cubo busca a gente normal e intenta hacer lo que le gusta: skate”, dice el autor. El glande, en cambio, tiene dudas existenciales. No es feliz en la Tierra y desea escapar a otro mundo.
El origen de Mierda es tiene algo de búsqueda de purismo del fanzine. Sierra asistió, hace un tiempo, a una feria de autoedición y salió con un sabor amargo. “Vi que la mayoría de las publicaciones eran cosas insustanciales, puros ejercicios de estilo. Y a mí lo que me gustan son los fanzines de toda la vida, con una actitud punk. Fanzines que hablan de algo, que son como el pequeño universo de alguien que intenta comunicarse y resultar políticamente incorrecto”, indica el dibujante. “Quería que fuese algo inmediato, sin prestar atención a la técnica. Algo que me hiciese desahogarme rápidamente y que su producción fuera económica. Vamos, un fanzine de toda la vida”.
Mierda es nació “con la idea de ser honesto y hablar de temas que no me atrevo a comentar con nadie, porque pienso que son intrascendentes o demasiado personales”, especifica. “Surgió en un momento en el que me di cuenta de nuevo de que no entiendo nada de nada”.
Las ilustraciones habituales de Hugo Sierra suelen mostrar “una visión positiva” del asunto que tratan. Hasta que hizo Mierda es “nunca había intentado sacar el lado oscuro de las personas”, comenta el músico, guionista y diseñador. Pero, además, “tenía la necesidad de hacer dibujos con una mayor carga narrativa de los que hago normalmente. Me encantan las historias y leer cómics con una buena narración”.
Sierra dedicó varias semanas a diseñar este fanzine pero las historias –cuenta– “quedaron olvidadas” en su libreta. “Un día me acordé de ellas y decidí publicarlas”.
Del número 1 se imprimieron 200 ejemplares y, en un tiempo, se publicará el 2. “Este ha funcionado muy bien”, indica el ilustrador. Del segundo sabe que cambiará el formato, pero el contenido es aún una incógnita.