Minecraft y los límites de la imaginación

En las oficinas de Atrappo procuramos estar al día de la actualidad, pero hay fenómenos que no por conocidísimos dejan de sorprendernos. Es el caso del exitoso juego Minecraft, cuyas apps para Android e iOs aparecen constantemente en nuestros tops de descargas, desde su aparición y sin atisbo de descenso. Todo un fenómeno, lógico por otra parte, vista la trayectoria anterior del juego en PC y Mac.
Obviamente, no hay sorpresa posible para los jugones habituales. Minecraft es uno de los juegos más vendidos que se recuerdan, con más de 11 millones de unidades despachadas hasta la fecha. Pero puede que a un jugador ocasional, o al que no juega en absoluto, el fenómeno Minecraft no le suene ni de oídas. Y la historia merece la pena ser conocida, así que a ello vamos.
Minecraft aparece en 2011 de la mano de Markus Persson y su empresa, Mojan AB, con un impacto y un éxito enorme desde el principio. Se trata de un juego tipo sandbox, que viene a significar que es un mundo abierto en el que nos podremos desplazar y actuar con total libertad. El propósito, si así lo queremos (puesto que es libre, claro), es el de construir mediante la creación o destrucción de bloques, como si fuese un Lego universal e infinito. ¿Qué se puede construir? Pues, aunque suene a frase hecha, aquí sí, el límite lo pone nuestra imaginación: casas, castillos, armas, ciudades enteras…
Hay dos modos de jugar: la forma creativa y la de supervivencia. La primera cumple lo que explicábamos en el anterior párrafo, es decir, libertad absoluta para hacer lo que queramos. El modo supervivencia introduce algunos elementos de acción, como la presencia de criaturas de la noche, de las que deberemos protegernos.

Hasta aquí los datos, que son la única realidad concreta de este juego. Porque lo que ha venido después, su repercusión, el modo en el que la comunidad de jugadores ha hecho suyo Minecraft, y las formas en las que interactúan entre sí, eso ya no tiene explicación y entra dentro del asombro al que nos referíamos al principio.
Esos más de 11 millones de jugadores dan lugar a situaciones admirables, como esos ciento y pico usuarios que, entre todos, decidieron levantar una réplica exacta de la ciudad de Juego de Tronos King’s Landing (ver última foto). O como los vídeos que los usuarios comparten con otros jugadores, y que cuentan con millones de visitas.
Al fin y al cabo, a Minecraft se va a vivir y a convivir, lo que, si le damos un poco al coco, nos llevará a pensar que estamos ante uno de los juegos de concepto más bonito y filosófico que se han creado.
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