… Y SOBRE LAS REDES SOCIALES
Cuando era joven odiaba a Zack Morris, el protagonista de Salvados por la campana: era rubio, las chicas babeaban por él y tenía el mismo teléfono móvil que Gordon Gekko/Michael Douglas en Wall Street: un Motorola DynaTAC. Era 1989.
De eso va esta entrada: de móviles y de redes sociales en las series de televisión.
EL MÓVIL EN EL SIGLO XX, UN «PARA QUÉ LO QUIERO»
Con el primer cheque como guionista compré un teléfono móvil (1999).
—Pensé que también te ibas a comprar unas botas de piel de serpiente —dijo el productor.
El móvil era a finales del siglo XX un “para qué lo quiero”, cosa de pijos, periodistas y camellos con pedigrí. En la televisión lo usaban los agentes del FBI Mulder y Scully. ¿Que si me compré un Nokia como Mulder?, por supuesto. (Un lector me dice que Mulder usaba un Motorola Startac, que lo sabe porque se lo birló a su padre. ¡Cierto! Me he vuelto olvidadizo).
A finales de los sesenta el capitán Kirk utilizaba teléfono móvil y Spock un iPad (siglo XXIII en la ficción creada por Gene Roddenberry). Pero las series de televisión realistas utilizan la tecnología del momento y cuyo uso está extendido. Cuestión de verosimilitud por un lado, y por otro, de emplazamiento de productos. Hay excepciones como el motorola de Zack, que ahora es un objeto de culto.
Pasarían años para que el móvil dejara de ser una extravagancia.
The Wire y Los Soprano, a caballo entre los siglos XX y XXI son testigos de la evolución del uso de las comunicaciones: los mafiosos pasan de hablar en cabinas a utilizar móviles con tarjetas prepagos que después tiran a las papeleras.
EL MÓVIL EN EL SIGLO XXI
Cuando el uso del móvil se ha generalizado, llega el momento de hablar de las marcas. Y tras los móviles «de toda la vida», llegan los smartphones. Los jóvenes pasaron de todos-tienen-unas-Nike (los 80 y los 90) a todos-tienen-iPhone (de momento).
En una reunión de personas hay quien consulta el correo electrónico en su smarphone mientras finge atención a los demás. No falta quien pregunte la marca y haga su recomendación como el paciente de Nurse Jackie.
LAS REDES SOCIALES, LAS ÚLTIMAS EN LLEGAR
En el siglo pasado vimos decenas de películas alertando sobre los peligros de chatear con extraños. Aparte de estos argumentos, Internet era una anécdota en las películas y en las series. Ahora, incluso los CSI buscan a través de Google respuestas para los casos.
Google Maps aparece en Los Simpsons después del revuelo montado con los desnudos en las fotografías aéreas. Los Simpsons parodian situaciones que todos conocemos a través de las noticias.
FACEBOOK Y TWITTER FORMAN PARTE DE LAS TRAMAS
La presencia de Internet en las series se extiende con la aparición de las redes sociales.
En las páginas y grupos de Facebook, los asesinos conocen a sus víctimas y comienzan historias de infidelidad; los personajes tuitean unos de otros (algo habitual en Community), y suben las fotos de la última borrachera a las galerías de imágenes.
Black Mirror aprovecha el uso generalizado de las tecnologías de la comunicación y de las redes sociales para crear una pesadilla de naturaleza transmedia. Nos hace pensar si conocemos el verdadero poder de estas herramientas más allá de las pataletas virtuales.
Los creadores de las series saben que el presente está obsoleto. Miran al pasado (reciente o lejano) conocido por el público para reflexionar, o miran al futuro, para soñar.