Cuando los humanos comenzaron a mirar por sus pantallas, todo comenzó a cambiar. El nuevo universo tenía sus ventajas, sí. Pero había algunos seres del planeta Foto que preferían seguir su vida de siempre: sencilla, artesana, cuidadosa y medida. Pensaron que sería mucho mejor aferrarse a sus cámaras analógicas artesanas y que querían seguir oliendo a madera y película.
El romanticismo de Toño Cañadas, su amor por la fotografía y el impulso de querer rendir tributo a esa pasión fueron los ingredientes que han dado lugar a Nopo, una empresa que aún da sus primeros pasos y que construye artesanalmente cámaras estenopeicas que funcionan con película de la de toda la vida.
Realizador audiovisual, fotógrafo aficionado y coleccionista. Cañadas tuvo el impulso de hacer algo con sus manos «Siempre se me dio bien, ademas quería introducirme tímidamente en el diseño industrial, algo que siempre gustó mucho. La idea era hacer algo en paralelo con mi carrera en el audiovisual». Así fue como comenzó a fabricar cámaras artesanales.
El fundador de Nopo admite que la técnica estenopeoica era la manera más sencilla de comenzar. «Así que me puse y acabé haciendo la cámara que yo me compraría. Me lancé, casi ciegamente, sin saber demasiado del sector. Por suerte descubrí que vivía una especie de nuevo amanecer y me encontré numerosos proyectos de gente que defendía la técnica analógica y un grupo de aficionados y usuarios de la película que aunque no masivo, sí era significativo», explica Cañadas.
Nopo empezó su carrera oficial el pasado 27 de abril y ya ha visto cómo desde su estudio han visto la luz dos modelos de cámaras que se verán acompañados en muy poco tiempo. «La idea inicial es completar una linea que abarque todos los formatos fotográficos clásicos. Por ahora no he tenido tiempo más que sacar a la luz las dos cámaras para el carrete 35 mm. En muy poquito saco la primera para formato medio que será el clásico 6×6», explica el fundador de Nopo.
Cañadas es capaz de producir por sí mismo un número razonable de cámaras pero, por supuesto, ha previsto que, con un poco de suerte, el rumbo de su startup se acelerará en los próximos tiempos. «No es mi idea ser esclavo de la producción para siempre. El problema es ser capaz de crecer, tercerizar la producción y no perder la esencia del proyecto, la artesanía. Será un reto (pero no imposible) mantener ese esencia y poder hacer crecer la producción», dice.
Cañadas ha visto cómo el proceso crecía hasta devorar todo su tiempo. «En principio, no solo tengo que ganar experiencia en la producción sino también ganarme la confianza entre usuarios y entendidos para poder pensar en crecer. No son solo cámaras bonitas, tienen que funcionar muy bien». Además, admite que le encantaría que todo fuese bien para poder dar el siguiente paso y comenzar a fabricar cámaras con lente.
Nopo es uno de los 100 proyectos elegidos como Showers en la próxima edición de Zinc Shower, que se celebrará los días 23, 24 y 25 de mayo en el Matadero de Madrid. Para Cañadas, esa nominación ha sido todo un incentivo. «El mayor problema que tenemos ahora para emprender no es la crisis, sino las políticas fiscales y jurídicas que parece que no quieran que arranques nada. Son todo problemas y es una pena porque hay muy buenas ideas por ahí. Por eso, la iniciativa de Zinc Shower me parece brutal y espero que, de paso, sea un ejemplo para estos que dicen trabajar para la ciudadanía», declara Toño Cañadas.
El fundador de la marca dice que aprovechará la ocasión para «definir mejor el modelo de negocio con gente muy entendida, tener acceso a un abanico variado de inversores y, sobre todo, encontrar a gente en la misma situación que yo. Eso supone un alivio».
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Nopo Cameras: fotografía de madera y película
