‘Blankets’, ‘Píldoras azules’ y ‘Portugal’: cómo ser autor y protagonista de una novela gráfica

Un paréntesis narrativo entre tanto heroicismo y trotes intergalácticos.

En medio de la saturación de películas y cómics protagonizados por superhéroes, es un alivio encontrar obras que invitan a sumergirse en una narrativa introspectiva y personal sin que aparezcan disfraces, máscaras o capas. Salir de las tendencias y conocer otras historias —también heroicas, pero tratadas desde lo mundano y lo ordinario— sin mundos fuera de este y sin poderes extraordinarios es algo que urge.

Es lo que ocurre al leer novelas gráficas como Blankets, Píldoras azules y Portugal, cuyas lecturas se erigen como una dulce pausa a este consumo de argumentos que se han impuesto en los últimos tiempos. Una especie de  trago de Coca-Cola que ayuda a bajar la bola de historias de «salvar el mundo» a través de historias más modestas, pero que, sin embargo, también salvan vidas desde lo metafórico y espiritual.

Las tres, además, comparten la peculiaridad de que el autor es también el protagonista. Y si algo posee la autobiografía como género literario es que, bien contada, es demoledora. Rompe la barrera de incredulidad y se muestra reveladora para el lector, pues aprende nuevas moralejas agridulces que solo la vida real y los personajes de carne y hueso pueden enseñar.

Las siguientes líneas sobres tres novelas gráficas autobiográficas son una invitación a explorar otra narrativa en la que la verdad se utiliza como motor para contar historias sinceras y auténticas. En ella, los personajes muestran sentimientos puros, sin mutaciones, como son el amor, la infelicidad, la duda existencial o el miedo a equivocarnos.

POR QUÉ LEER BLANKETS

Blankets es una novela gráfica escrita e ilustrada en blanco y negro por Craig Thompson, responsable de llevar al lector a un emotivo y nostálgico viaje a  través, precisamente, de sus evocadoras ilustraciones. La obra narra la historia del autor mientras crece en un entorno religioso conservador, y explora temas como la fe, la sexualidad y la identidad personal. El resultado es un relato íntimo y honesto que retrata con sensibilidad la complejidad de las relaciones familiares, la religión cristiana y las experiencias transformadoras de la juventud.

Tal vez no fuera la intención del escritor, pero al leer resulta casi imposible no recurrir a los propios recuerdos de esa etapa en la que «todo ocurre por vez primera». Llegar a las últimas páginas del libro sin haber sentido cierta dosis de nostalgia al verse regresar a la adolescencia en una suerte de epifanía resulta casi imposible.

Editorial Astiberri

POR QUÉ LEER PORTUGAL

Esta novela gráfica de Cyril Pedrosa huye del blanco y negro para recurrir a los dibujos y colores hipnóticos, frescos y de pulso nervioso, propios de un cuaderno de dibujante donde imperan manchas y líneas rápidas y vivas.

Unas páginas ricas en fondos, paisajes, expresiones corporales, planos de cine, artefactos y experimentos para contar una historia muy humana sobre la búsqueda de la identidad. Las acuarelas ayudan a Pedrosa a  transportarnos al periplo que es encontrarse a uno mismo, juntando las piezas familiares como ejercicio de comprensión y respuesta a las preguntas: ¿quién soy? y ¿cómo llegué aquí?

Ambas cuestiones solo tienen contestación realizando varios viajes, uno hacia el interior del corazón y otro hacia el país de origen. Recurrir a la experiencia personal y la verdad en el arte siempre será el recurso más honesto de transmitir emociones, de entendernos entre nosotros sin utilizar maquinaria pesada, sin grandes batallas ni presupuestos millonarios. Que también son necesarios, sí, pero en su justa cantidad y frecuencia por precaución al atragantamiento.

POR QUÉ LEER PÍLDORAS AZULES 

En su novela gráfica autobiográfica, Frederik Peeters nos hace cómplices de sus propios conflictos y nos invita a acompañarlo a conocer al amor de su vida. Un álbum imprescindible para abordar muchas preguntas sobre las relaciones de pareja. Entre ellas, ¿hasta dónde estarías dispuesto a llegar por estar con esa persona especial?

Con una narrativa franca y fresca, el autor aborda su experiencia personal al enamorarse de una mujer que es portadora del VIH. Píldoras azules se acaba convirtiendo así en un testimonio conmovedor sobre el amor, la aceptación y la superación de los miedos en situaciones adversas, donde Frederik rompe el tabú del sida sin dramatismos. Su historia no pretende la lágrima fácil, sino mostrar la fuerza del amor.

Imágenes: Editorial Astiberri

Por un lado, este cómic pone en vergüenza a quienes forman parte de esta sociedad, que esquiva cualquier problema de pareja y coloca el sexo más carnal como único sentido a la unión entre dos personas. Por otro lado, el lector no tendrá escapatoria de pensar qué haría en su lugar. Avanzar o retroceder. En conclusión, es una historia de chico-conoce-chica, valiente, frágil y necesaria.

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