Las insรณlitas paradas de autobรบs de la รฉpoca soviรฉtica

El hombre dejรณ su coche en el 4004 de esa calle del Noroeste antes de las nueve de la maรฑana. El vehรญculo quedรณ aparcado entre decentes casas de balconcito, una farmacia contigua y los desvaรญdos rombos de la pinturerรญa y la ferreterรญa. Todo aquello estaba alrededor del automรณvil porque asรญ lo escribiรณ Jorge Luis Borges en su cuento La espera.
Lejos de allรญ, en el Asia Central, existen unas estructuras donde miles de personas esperan cada dรญa y a su lado, en cambio, no hay nada. Son las paradas de autobรบs de 14 antiguas repรบblicas soviรฉticas que hoy forman un relato escrito por Christopher Herwig, no en palabras, sino en imรกgenes.
El fotรณgrafo canadiense ha recorrido 30.000 kilรณmetros en bici, coche, taxi y autobรบs durante 13 aรฑos para descubrir ese mobiliario urbano y convertirlo en un libro que muestra una arquitectura desconocida en la mayor parte del planeta.
ยซHay muchos motivos por los que me interesan estas paradas de autobusesยป, indica Herwig. ยซLa razรณn mรกs bรกsica es su diseรฑo. Nunca he visto una expresiรณn creativa tan diversa aplicada al mobiliario urbano. Muchos de ellos son sencillamente bellos. Pero, ademรกs, para mรญ, su encanto aumenta por el hecho de ser tan distintos a todo lo que he visto antes en mi vidaยป.
La editorial Fuel acaba de publicar esta colecciรณn de 159 fotografรญas en un libro titulado Soviet Bus Stop. La obra muestra muchas de esas paradas situadas en carreteras remotas sin asfaltar. ยซDescubrirlas en estos caminos las hace aรบn mรกs interesantesยป, explica Herwig. ยซSon como obras de arte que, al principio, parecen fuera de lugar, pero, al contemplarlas dentro de su paisaje, resultan perfectas. Encontrarlas se convirtiรณ en una nueva razรณn para viajar. Me sentรญa un explorador y un espรญaยป.
paradas de autobรบs soviรฉticas
Dice el fotรณgrafo que le resulta intrigante pensar que estas paradas de autobรบs se construyeron en los tiempos de la Uniรณn Soviรฉtica, una รฉpoca en la que el estado pisaba con sus botas militares el cuello de la creatividad. ยซEstas edificaciones tienen mรกs que ver con los artistas locales que con una ideologรญa unificada. Son destellos de imaginaciรณn dentro de un contexto que oprimiรณ la libertad creativa y nos dan la oportunidad de mirar un lugar y una รฉpoca histรณrica fuera de lo que significรณ el estado al que pertenecรญanยป, asegura el canadiense. ยซEstos diseรฑadores empujaron los lรญmites de su imaginaciรณn. Pocas veces tuvieron miedo a arriesgar e incluso, a veces, llegaron demasiado lejosยป.
Eso ocurriรณ, sobre todo, en las estructuras construidas cerca de Pitsunda, una ciudad a las orillas del Mar Negro donde Khrushchev, el secretario del Partido Comunista de la Uniรณn Soviรฉtica de 1953 a 1964, tenรญa su dacha de verano. Entre esas paradas de autobรบs hay obras de Zurab Tsereteli, el arquitecto, escultor y pintor que preside hoy, a sus 81 aรฑos, la Academia Rusa de las Artes.
A 4.000 kilรณmetros de distancia de ese edificio de Moscรบ, en una pared del edificio Sabatini de Madrid, cuelga un cartel que dice: ยซLa espera forma parte de una vida intensaยป. La frase estรก escrita desde la mirada poรฉtica de una artista india, pero la vida, a veces, es mucho mรกs prosaica y la espera consiste, sencillamente, en sentarse con unas bolsas pesadas en el banco recio de una parada de autobรบs.
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#141 Invierno / frรญo

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Patrick Thomas

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