A veces desestimamos muy a la ligera esas quejas de los artistas que culpan a las nuevas tecnologías de haberles dejado en la ruina. Por parte de los usuarios está ese grito rabioso contra discográficas y promotoras por haber inflado los precios hasta convertir las creaciones casi en artículos de lujo; por otro, el caso de esos creadores que decidieron andar el camino de lo abierto y virtual para estar en la ola de lo que pedía la gente, pero no encontraron una solución digna en ello.
Jack Conte, el cantante del grupo Pomplamoose (Estados Unidos), contaba este mes al medio PandoDaily que estaba harto de ver cómo los ingresos que le proporcionaba Youtube por vídeos musicales de su banda vistos por más tres millones y medio de usuarios al mes no eran más que un cheque de 149 dólares a repartir con su compañero de notas. La situación era insostenible. Por eso decidió ser él mismo quien fundase Patreon, la plataforma de financiación especializada en artistas emergentes.
«Patreon permite a los fans convertirse en los patrones de sus creadores favoritos. A diferencia de otros servicios de recaudación de fondos, que se plantean para fondear un gran evento únicamente, nuestra plataforma sirve para financiar a creadores que crean corrientes de obras pequeñas», especifica el fundador de esta compañía que empezó a caminar hace menos de un año a Yorokobu.
Desde sus inicios en mayo de 2013, según Pando Daily, la página ha recaudado más de 2 millones de dólares para 25.000 creadores. «El segundo millón ha llegado en los últimos dos meses». Todo esto a pesar de la existencia de plataformas de crowdfunding consolidadas como Kickstarter e Indiegogo. ¿El secreto? «Los usuarios se suscriben a sus creadores favoritos, no a la plataforma en general, pagando tan poco como un dólar al mes o por trabajo», revela Conte.
Por decirlo de algún modo, la intención de su sitio es servir de tenderete para montar un negocio a toda esa legión de artistas de clase media que a menudo ven truncadas sus carreras por falta de fondos y medios. «Nos estamos moviendo fuera de la dicotomía de ‘ricos y famosos’ o ‘artistas muertos de hambre’», afirma Conte, «existe una manera para esta nueva clase media de hacerse exitosos: ser artistas de pequeñas empresas sostenibles».
Él no está hablando de la panacea para los que quieren intentarlo, como en todo, el primer secreto es hacer un producto que guste al público. Del dinero que la gente ha depositado en sus meses de existencia saben que un reparto igualitario no tocaría a más de 80 dólares por artista registrado, es por eso que es la calidad y originalidad con la que trabaje cada uno lo que supondrá tener un buen o un mal negocio montado. «Uno de nuestros más exitosos escritores de cómic web tiene 150.000 lectores diarios y gana 8.000 dólares al mes con la plataforma porque su público lo financia», ejemplifica el creador. El propio grupo musical de Conte, a través de su plataforma, ha pasado de ganar los 149 dólares que le daba YouTube a poder ingresar cantidades que rondan lo 5.000 dólares.
A Patreon se puede suscribir cualquier tipo de artista con casi cualquier tipo de material. Vídeos, cómics web, blogs, juegos, música, podcast, animación, ilustraciones, fotografía, «o cualquier cosa que te gustaría compartir», invita el fundador. El creador solo tiene que suscribirse a través de un sencillo formulario y las ganancias conseguidas a través de la plataforma las reciben mensualmente.
Lo que Conte y su equipo están proponiendo es un sistema a trabajadores comunes del arte para hacerse conocer ante el público sin que tengan que claudicar ante unos ingresos injustos, los que a veces supone la publicación de sus trabajos en plataformas como YouTube o Spotify debido a los aranceles a los que se sujetan estos acuerdos.
David Holmes, el periodista de PandoDaily que siguió a Conte desde que puso en marcha la iniciativa, escribe de esta invención que «el modelo de Patreon dará a los artistas la oportunidad de tener una vida digna. Y si hay suerte, y son lo suficientemente inteligentes, cualquiera podría convertirse en la próxima Lady Gaga».