¡Perdón! Ayer hice click en un banner. Sí, lo confieso, no busquen más: la persona que salía ayer en sus estadísticas como que hizo click en un anuncio de su medio online soy yo. Pero no se preocupen, que se me fue la mano sin querer, no volverá a ocurrir.
Ya sé que les descuadra todo el que haya un 1 en lugar del 0 habitual en su informe de click through, y por eso les ruego que me disculpen, no lo hice adrede. Es que estaba queriendo pinchar en una noticia y, justo cuando iba a ello, se me metió debajo del ratón uno de esos espantosos anuncios que se despliegan a toda pantalla cuando menos te esperas, y ¡zas! La lié y acabé entrando en la web de la empresa esa que se anuncia en su medio. Díganles que dejen de mandarme emails, que me metí por error…
Por cierto, no sé si ustedes tendrán relación con los de Youtube, porque me dice mi madre que a ella le pasó lo mismo y que se quiere disculpar también: estaba la pobre viendo un vídeo y cuando fue a ponerlo a pantalla completa, le dio sin querer un pelín más allá y le saltó ese faldón transparentoso anunciando Viagra, y allí que se fue. Que si no les cuesta mucho darles el recado, dice mi madre que se lo agradece pero que no tiene ahora pareja, por lo que en principio no va a necesitar las pastillitas azules…
¡Lo que faltaba…! Me cuenta mi hermano que él también estuvo torpe, pues cuando pulsó en un vídeo que tenían ustedes en portada para verlo, fue muy deprisa y, cuando quería saltarse el anuncio con el botón de “ir directamente al vídeo”, pinchó en el anuncio y abrió sin querer la web del anunciante. Al darse cuenta la cerró corriendo, pero ya era tarde…
Mi familia y yo estamos muy arrepentidos. Espero que nos perdonen. Yo, para consolar a mi madre y mi hermano, les he dicho que no se preocupen, que como nadie hace click de verdad en los banners, igual a ustedes les vienen bien nuestros despistes y así les muestran a los anunciantes que hay gente que entra en sus webs gracias a esos anuncios. Un primo mío muy listo, que es informático, dice que ustedes se han inventado unos programas que fingen que son personas y así hacen muchas veces clicks falsos en los anuncios para que los que los ponen se crean que sí que pincha la gente… No sé si será verdad, pero lo cierto es que a los internautas nunca nos interesa un anuncio de esos que distraen nuestra atención e interrumpen lo que estamos leyendo o viendo. Ahora, seguro que si los ponen, será porque los anunciantes se creen que sí que gustan.
Hay quien aún rinde homenaje a los banners e incluso afirma que están en plena forma. No sé si tendrá que ver con que vivan de ellos, supongo que no. Mi madre, mi hermano y yo somos sólo tres internautas pero, por si a sus anunciantes les interesa nuestra opinión, se la doy:
Más banners no son más clicks, sino más antipatía. Un banner intrusivo es a internet lo que los gritos de un espectador a un concierto de música clásica.
Un vídeo no lo interrumpimos ni locos. Si el anuncio aparece justo en medio de un vídeo, entonces sí que van listos para que alguien elija ir al anuncio y parar el vídeo a medias…
Nuestra intolerancia crecerá. Si creen que dentro de un tiempo pincharemos más, es que no saben que el cerebro del internauta es cada día más rápido evitando banners…
Jueguen a enamorarnos. No es en formatos invasivos en lo que tienen que innovar para que clickemos, sino en talento creativo que nos haga sentir su publicidad como contenido apetecible.
No insistan, será peor. Si se empeñan en molestarnos, odiaremos a las marcas que hay detrás de esos anuncios, como esos antiguos carteles en los muros que decían “Prohibido fijar anuncios. Responsable, la empresa anunciadora“.
Innoven y serán alabados. Si por el contrario desarrollan anuncios que sintonicen con el rollo o con la actualidad de cada momento, se ganarán adhesiones y simpatías, y hasta se escribirá de su marca.
Sean transgresores. Hagan lo posible para pensar que a lo que aspiran hoy es a que les dediquemos conscientemente nuestro tiempo. Piensen que si somos nosotros los que con un click vamos o no a su marca, a lo mejor nos apetece que nos sorprendan y que nos hagan reír, viajar, divertirnos, participar…
Para que yo lo entienda: sus anunciantes quieren llegar a sus públicos y que éstos adoren su marca, ¿no? Pues en lugar de molestarnos mientras intentamos navegar, díganles a esos anunciantes que se intenten hacer nuestros amigos. Que en vez de pagar espacios que agreden nuestra paciencia, intenten entrar en nuestras vidas por méritos propios y sin invertir en anuncios faltos de talento. Que prueben a trazar estrategias de comunicación digital creativas y transversales, que se metan en eso de la comunicación 2.0. Que piensen cómo les gustaría a ellos que les abordaran cuando están navegando tranquilamente. Díganles a esas marcas que se anuncian en su medio online que en lugar de entrar cual caballo en cacharrería, participen en la conversación con su propia voz, inventen acciones publicitarias que exciten nuestra curiosidad y nos hagan jugar.
Pero sobre todo, que piensen que la era del yo pago, y el lector se traga mi anuncio sin rechistar, se acabó. ¿Creen que es imposible ser creativos y gustar al internauta? En Yorokobu.es tienen cientos de ejemplos con los que cualquiera pasaría una tarde entera…
¡Uy!, Ahora que me acuerdo… ustedes viven de ese dinero que llega por medio de los anuncios… Pues entonces piensen en desarrollar más la vía del pago de contenidos, como sugiere este experto, porque si lo hacen bien y con precios razonables, muchos estaremos encantados de pagar por leer buen contenido sin que nos molesten sus insoportables banners. ¡Gracias por leerme, y perdonen por el rollo que les he calzado!
Pablo Herreros es socio de Goodwill Comunicación
«Un banner intrusivo es a internet lo que los gritos de un espectador a un concierto de música clásica» ¿Tú qué opinas?
Respuestas en Twitter:
@rogercasas: Más bien es como si estás en un concierto de U2 y de pronto en todas las pantallas aparece un «MANDA UN SMS AL..» Oh, wait..
@JulioPTR : Depende de los contenidos (vamos, de cómo interpreten la música)
@dmass : Si fuese un banner bien hecho no debería ser intrusivo para llamar la atención. Aunque soy las pocas que se fija en banners 🙂
[…] de 2009 por Pablo Herreros en Medios online y web 2.0, Publicidad La revista Yorokobu publica este artículo mío, que pongo a continuación por si preferís verlo en el […]
Pablo: ¿y de que dices que va a vivir Yorobuku, cuando los anunciantes lean tu entrada? 😉
Muy buena entrada, Pablo. Pareces como los panes y los peces, te multiplicas.
Con respecto al tema, mucha razón. No me acuerdo de cuándo cliqué adrede un banner por última vez.
Yo distinguiría entre los banners intrusivos como los interstitials y otras fórmulas más integradas como los banners microsite que te permiten resolver todas tus dudas in situ. Aquí hay ejemplos muy buenos este tipo de campañas: http://creativezone.eyeblaster.com/
Desfortunadamente Pablo, muy poca gente esta dispuesta a pagar por leer prensa en internet obivando excepciones como medios financieros y económicos. No creo que esto cambie.
No podía estar más de acuerdo. ¿Cuándo van a enterarse los anunciantes de que la era del simple impacto ha terminado? Las personas quieren VALOR.
Jaja, buena pregunta, Juan Luis! Pues vivirán de tener buena publi, y no anuncios invasivos que se te meten debajo de la cama mientras navegas 😉
Para un medio especializado y con buen contenido, como Yorokobu, es más fácil conseguir anunciantes. Me consta que de hecho les está yendo ya muy bien pese a llevar sólo un mes, aunque no soy quién para erigirme en su portavoz.
No se trata de que no haya anuncios, sino de que éstos busquen la complicidad del espectador y sea él quien decida ir a un anuncio y no que el anuncio se le eche encima.
Veo que todos vamos bien servidos de teoría 😉
Qué buenos ejemplos, Marcus! En cuanto a pagar por leer, a veces tiendes a pensar que si tú estás dispuesto a pagar 15/20€ al año por leer lo que quieras en los diarios online más conocidos, los demás también lo estarán. Y sí, lo probable es que me equivoque de cabo a rabo, pues no tengo ni idea. El tema es muy complejo pero a mí me gusta la visión que da Fernando Aparicio (Ex Director General de Paypal España) en la entrevista que enlacé en el último párrafo de la entrada.
[…] ¡Perdón! Fui yo quien hizo click en su banner […]
Un banner y los popups es como si alguien te diera una patada en la entrepierna mientras andas por la calle para que te pararas a mirar una marquesina con un anuncio.
Impresionante documento yo no lo hubiese expresado mejor, creo que los caminos de las marcas pasan por la comunicación, la prescripción y no por la publicidad convencional. Muchas gracias por poner negro sobre blanco lo que muchos pensamos.
Muchas gracias, David! Hombre, que la publicidad convencional está muerta…no diría yo tanto. Pero sí es verdad que en internet las marcas tienen un acicate para ser más creativas y abrirse más a estrategias de comunicación 2.0, virales, aplicaciones para redes sociales o para móviles como iPhone o Android, etc.
Seguirá y debe seguir habiendo anuncios online; el reto es que se perfeccione su contenido y sus «formas», para que en lugar de molestar, enriquezcan la experiencia del usuario.
Gran post, realista y ataca puntos clave.
Hola, buena anotacion, Para mi los barnners, son una severa falta de creatividad y estrategia «impuestos», me choca mucho cuando me sale uno. Creo que un poco de imaginación podrian lograr cosas más efectivas, saludos cordiales
Pablo, felicidades por tu opinión, y ¡Qué de acuerdo que estoy con ella! Internet es el Medio perfecto para desarrollar formatos que se «liguen» al Medio. Pero tampoco debemos menospreciar el poder de la comunicación en los Medios convencionales. Algunos expertos en online tienden a ningunear la comunicación «convencional» con argumentos esteriotipados y faltos de verdadero sustento. Por otro lado opino que la creatividad en Internet está muy ligada al Medio y a los Medios, es decir, ninguna estrategia de Medios en Intenet puede obviar la creatividad como parte fundental de la estrategia de Medios y vizeversa.
Genial post… y totalmente real. Como decía Juan Luis, no recuerdo cuando fue la última vez que pinché en un banner. La publicidad en Internet apenas ha cambiado en los últimos diez años. Y se nota.
Enhorabuena por tu entrada.
[…] ¡Perdón! Fui yo quien hizo click en su banner […]
[…] por una parte el spam, que algunos comparan con la mendicidad en el mundo físico, o por otra, la saturación de anuncios intrusivos que invaden YouTube. Las empresas se lanzan a la caza desesperada de la atención de los […]
Gracias, Javier! Sí, es verdad que mucha gente tiende a ver sólo la foto de cómo crecen los nuevos medios y cómo decrecen los antiguos. Por mucho que eso sea cierto, también lo es que los medios tradicionales son hoy aún los que más gente congregan. Tendencia que se va invirtiendo pero, en esencia, los medios que emergen tampoco barrerán del mapa a los que están.
estoy intentado promocionar mi nuevo proyecto profesional a través de mi blog y jamás se me ocurriría colarme y molestar a la gente con mi publicidad.
Soy nuevo en la Red, pero lo que observo es que es relativamente baratos colarse por la puerta de atrás……eso sí, sin un objetivo definido.
¡Perdón! Fui yo quien hizo click en su banner | Yorokobu…
¡Perdón! Ayer hice click en un banner. Sí, lo confieso, no busquen más: la persona que salía ayer en sus estadísticas como que hizo click en un anuncio de su medio online soy yo. Pero no se preocupen, que se me fue la mano sin querer, no volverá a ocur…
Para enmarcarlo, es para coger y enmarcarlo!!!! ya lo he posteado en las redes.
Ayer comentaba con una compañera de la agencia que nunca habíamos pinchado en un banner. No intencionadamente, vaya. He encontrado este artículo y nos ha venido al pelo. Ahora me lo imprimiré para cascarlo en las reuniones en que tratamos la estrategia de difusión online. Convenceré seguro.
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[…] ¡Perdón! Fui yo quien hizo click en su banner 24 comment(s) […]
Qué divertido el post, me he sentido reconocido a mi mismo como usuario intentando evitar pinchar en lost banners, y realmente a veces es imposible.
En nuestra web al principio intentamos todo tipo de publicidad y el dinero dedicado a banners ha sido un dinero completamente tirado a la basura.
Totalmente de acuerdo, me ha encantado el post, creo que los banner deben evitar molestar al usuario, además de ser acordes con la temática de la página. El usuario debe pinchar en el banner porque realmente le interesa lo que anuncia, no por equivocación, pues lo único que conseguirá de esta forma es una mayor tasa de rebote…
[…] revista Yorokobu publica este artículo mío, que pongo a continuación por si preferís verlo en el […]
Excelentísimo artículo!
Estoy totalmente de acuerdo con esto. Odio el momento en el que por despiste o sin quererlo, haces click en ese dichoso banner y… la paciencia es la que tiene que luchar por nosotros. Animo a todos aquellos que quieran publicitarse a hacerlo de una manera distinta y conseguirán que los queramos muuucho más.
Un saludo!