Decía Miguel Ángel que el David no lo había creado él. Que ya existía dentro del bloque de piedra esperando a que él quitara las partes sobrantes.
Uno se imagina a Miguel Ángel mirando esa piedra como miran los niños los bloques de plastilina, imaginando todos los personajes y objetos que podrán salir de ellos.
La plastilina, mucho antes de ser recomendada en la educación para desarrollar las habilidades creativas y motrices de los niños, fue utilizada precisamente por los artistas que necesitaban crear prototipos para sus esculturas. Nació en el siglo XIX, cuando un farmacéutico alemán comenzó a mezclar la arcilla con otros materiales buscando una masa igual de flexible pero que no se endureciera tan rápido. Dos décadas después, en Inglaterra, un director artístico trabajó en ese material y patentó una fórmula mejorada. Esther Toledo, Brand Manager de Play-Doh en España, opina que los adultos deberíamos seguir utilizándola aunque no lo necesitemos para nuestra profesión: «sobre todo, jugar con nuestros hijos o sobrinos. Porque permite seguir desarrollando nuestra creatividad y potenciando la imaginación sin parar, además de ser relajante».
En la actualidad, la plastilina es utilizada por numerosos artistas para sus obras. Y ha encontrado su lugar de honor en el cine, donde se utiliza la técnica del claymation, una versión del más conocido stop motion en la que se utiliza únicamente este material. En español, esa técnica también se conoce como «plastimación», aunque es un término menos conocido.
La técnica del stop motion consiste en simular el movimiento de objetos inanimados a base de hacerles muchas fotografías y variar ligeramente su posición entre un disparo y otro. Es extremadamente laboriosa, dado que cada segundo de una película normal se compone de 24 fotogramas. Aunque se doblen estos fotogramas, repitiendo cada uno dos veces, siguen siendo 12 por segundo. Pero, dentro de esta dificultad, la plastilina permite una versatilidad que era inconcebible conseguir con otros materiales.
De esto sabe mucho el director Tim Burton, que ha creado películas como La novia cadáver o Pesadilla antes de Navidad valiéndose de este material. Otras películas hechas con esta técnica son Wallace and Gromit o Chicken Run.
La marca de plastilina española Play-Doh, un clásico de las escuelas españolas y de las horas de juego en familia, cumple 60 años. Debutó en 1956 con cuatro colores y ahora tiene más de 50. Durante este tiempo, ha cambiado mucho: «se han incorporado múltiples escenarios, playsets de comidas y otros accesorios fáciles de utilizar para moldear y decorar», comenta Esther Toledo. La marca ha querido celebrar este aniversario regalando una escultura de plastilina a cuatro figuras fuertemente asociadas a España en distintos ámbitos. En el de la moda, Ágatha Ruiz de la Prada. En el de la ilustración, Francisco Ibáñez. En el de la música, Alaska. Y en el del cine, Almodóvar.
Este homenaje tiene un trasfondo solidario. Play-Doh donará a través de Aldeas Infantiles hasta 5.000 botes de plastilina para sus proyectos educativos nacionales e internacionales. El número de botes donados dependerá del número de personas que tuiteen utilizando el hashtag #FigurasByPlayDoh. Las cuatro figuras inspiradas en los creativos españoles se sortearán entre todos los participantes.
Las figuras representan a estos cuatro personajes a través de símbolos reconocibles, un ejercicio que cualquiera puede hacer con sus conocidos o ídolos para obtener simpáticos objetos decorativos o fotografías y vídeos para las redes sociales.
¡Volvamos a jugar con plastilina!