El posporno hace orgía en Chiapas

23 de octubre de 2013
23 de octubre de 2013
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Si la pornografía fue algo así como la invención de la rueda en una era en la que imperaban los cánones de pudor de los últimos siglos, el posporno ocuparía el estatus de revolución francesa en la línea de la historia del hedonismo.

“Es un concepto difícil de explicar. Se trata de una expresión artística y política que critica y cuestiona las bases en la que están creados muchos conceptos, por ejemplo, el mismo porno convencional. Un movimiento que se presenta como un desvío hacia prácticas alternativas de la sexualidad, la visibilidad de otros cuerpos deseables, la denuncia de la heteronormatividad y la liberación efectiva del deseo”, explica Gely Pacheco, miembro del colectivo La Botica -Un No Colectivo- que organiza desde mañana hasta el día 26 el Primer Festival de Arte pospornográfico de Chiapas.

“Lo organizamos porque nos pareció un tema importante de tratar”, explica la portavoz. “La gente debe aprender que existen alternativas, minorías o diferentes estilos de vida fuera de lo convencional. Pero es que no se trata solo de eso, ni de trabajar con pornografía sin valores que se limita a mostrar relaciones heterosexuales entre personas perfectas. Nada que ver. Es una reivindicación artística que va mucho más allá de eso. Por eso hemos pedido a la gente que nos mande sus ilustraciones, fotos y creaciones audiovisuales pospornográficas para participar en las exposiciones del festival. Y parece que los participantes, al menos en Chiapas, han entendido este término que muchos aún desconocían”.

Según explica Pacheco, la pospornografía comenzó en los años 70 de la mano de la ex estrella del porno convencional Annie Sprinkle. “Empezó como un movimiento feminista, pero ahora, el los años 2000, abarca a todos esos colectivos que se han sentido desplazados. Gays, lesbianas, transexuales, sadomasoquistas, drag queen, drag king». Según algunos expertos, el elenco de personajes que abarca este estilo también engloba otras minorías como hombres sin pene, ciborgs, ‘camioneras’, sadomasoquistas…”

La Botica asegura que el objetivo de El Primer Festival de Arte Pospornografico es “visibilizar el fenómeno subversivo de apropiación de los códigos del porno tradicional”. “El posporno abarca una serie de discursos que rompen con el régimen hegemónico de representación de la sexualidad. Sexo y sexualidad que nada tienen que ver con la industria pornográfica, consiste en la investigación de un imaginario sexual y transgresor a la que estábamos acostumbrados. Reflexionar sobre lo que no se quiere de la industria pornográfica a modo de ‘do it yourself’ (hazlo tú misma)’’, tomar una cámara y presentarlo a la sociedad”.

Santawuerita

Durante los próximos tres días el No Colectivo, que se autodenominó así porque al fundarse hace dos años se fijaron como meta “no enclaustrarse en una forma estática de arte”, presentará las 24 fotografías e ilustraciones pospornográficas elegidas por curadores de la Facultad de Arte de UNICACH y los 21 vídeos con la misma temática que aporta el colectivo 21illa, con quien se asociaron para llevar a cabo estas jornadas artísticas patrocinadas -en coherencia- por un sexshop de catálogo etéreo llamado 40 grados.

Las actividades arrancarán con una conferencia de Felipe Osornio, presidente de 21nilla, cuya organización se ha encargado de seleccionar los trabajos audiovisuales para los que han presentado propuestas reconocidos artistas desde España, Brasil, México o Colombia como La Bala Rodríguez, Rocío Bolíver -La Congelada de Uva-, Nadia Granados- la Fulminante-, o Jimmy la Bola.

Cartel posporno

Como primera obra estática, Pacheco revela que el público podrá ver una exposición de cerámica de los artistas Sandra Gómez y Antonio Acuña llamada Toca, juega y aprende, donde, sin duda intencionalmente, el invitado podrá elegir entre manosear la figura de una casa, la de un muñequito o la de un pene.

La organización no tiene muy claro qué responder cuando se le pregunta si en el acto posporno, o en los actos posporno del mundo en general,  está vetada la entrada a menores. La Botica se ha limitado a señalar en su pase que el evento no es apto para “menores de edad mental”. “Porque precisamente de eso se trata todo esto”, dice Pacheco. “¿Seguiremos cerrando los ojos, por ejemplo, ante el hecho de que los jóvenes también tienen sexualidad entre ellos? Si lo hiciésemos así, estaríamos censurando información a los más adolescentes sobre este tema, algo que el tiempo nos ha demostrado que acaba convirtiéndose en peligrosas prácticas sexuales, trasmisión de enfermedades o embarazos no deseados. Hay que hablar abiertamente del sexo. También a los menores. Pero de todo tipo de sexo y sin ideas preconcebidas. Eso, es pospornografía”.

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