En los Golden Globe Awards de este año se hizo el luto. Muchas actrices de Hollywood vistieron ropas negras como eco a las campañas #MeToo y #TimesUp contra el acoso sexual. Ocurrió lo mismo en la ceremonia de la British Academy of Film and Television Arts y al día siguiente, un periódico británico, el Daily Mail, lo contó con este titular: Virtue signalling: the sequel (traducido de forma literal como Señalar la virtud: la continuación).
Oxford Learner’s Dictionaries se fijó en esta expresión y descubrió que, desde 2015, la utilizan algunos periodistas y blogueros para criticar que muchas personas muestran un pomposo compromiso social en público y en las redes sociales, pero después no mueven un dedo para cambiar la situación que denuncian. Es una actitud que en Urban Dictionary definen como: «Hacer algo visible pero inútil para apoyar una buena causa y alardear de que uno es mucho más ético y moral que los demás».
Esta expresión no dista mucho del postureo. Pero los nuevos matices hacen necesario inventar nuevos nombres para afinar la puntería en el significado y parece que ahora es preciso distinguir la exhibición del molamiento así en general, lo que llamamos postureo, de la exhibición del compromiso social: lo que en los países anglosajones describen como señalar la virtud.
Explica la institución británica que esta locución suele ir rebozada con un poco de retintín y bastante mala leche (igual que le ocurre a la palabra española buenismo). Los rastros de virtue signalling proceden casi siempre de teclados de escritores afines a las ideologías de derechas; de firmas que aparecen en medios como Fox News o Breitbart.com. Y en Twitter ya es habitual encontrar a personas a las que la expresión políticamente correcto se les ha quedado antigua y la han reemplazado por esta.
Y hasta tiene quien la reclama como suya. Es algo que ocurre a menudo con los neologismos anglosajones más recientes. Basta hacer una búsqueda en Google para encontrar a un fulano que se proclama el padre de una palabra de moda. «Yo acuñé la frase en un artículo de The Spectator en el que describía la forma en que muchas personas dicen o escriben cosas para indicar que son virtuosas», aseguró James Bartholomew, en 2015, en ese mismo medio. Pero en The Boston Globe se lo rebaten. En la era digital, en la que resulta tan fácil hasta seguir el rastro de un suspiro, la web Word Spy demuestra que ya apareció escrita en internet en 2004.
Aquí, tan amigos de cazar anglicismos al vuelo, ¿tomaremos prestado este virtue signalling? Nah. No tal cual. Demasiado difícil de pronunciar. Pinta que, en todo caso, acabaremos adaptándolo a una fórmula más castiza. ¿Algo así como «moralmente / éticamente correcto (en apariencia)» o «apariencia de superioridad moral / ética» o «postureo ético / de moralidad / de virtud», piensa la Fundéu? Porque nuestro «de cara a la galería» lo vemos ya antiguo para una manifestación que se hace sobre todo en las redes sociales. Y porque hoy viste más un palabro cosmopolita que soltar un refrán: Hechos son amores y no buenas razones.
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interesante artículo. El único fallo que veo es esa cita de ahí arriba. A estas alturas todo el mundo sabe que el postureo ético es patrimonio de la izquierda global, y el ejemplo más conocido es Justin Trudeau.
https://www.youtube.com/watch?v=6JB0hNxuq9M&t=175s
https://www.youtube.com/watch?v=wSPspwSgM9w
https://www.youtube.com/watch?v=TAitPi7PDHM
Saludos Juan!
Completamente de acuerdo con usted. Iba todo muy bien hasta que menciono que proviene de escritores con ideologias derechistas. El postureo etico se ha convertido en un trademark de la izquierda. Vivo en Canada y como bien dices Trudeau es un vivo ejemplo de esta plaga. Muy buenos links. Gracias por compartir!