¿Habrá algún Sherlock siguiendo tu rastro online?

¿Tendrán sus consecuencias en unos años todos los datos que subimos a las redes? ¿Qué espacio deja la manipulación tecnológica para la libertad del ser humano? Un ejemplo de public affairs advertising nos invita a reflexionar sobre este tema.

Al tiempo que la tecnología se desarrolla e internet se populariza, crecen las posibilidades pero también los peligros. El acceso a cámaras, semáforos o cuentas bancarias ya es posible y comienzan a cobrar sentido nuevas leyes como la del Derecho al Olvido.
Las escuchas telefónicas, los hackeos y las cámaras ocultas están a la orden del día. Internet concentra todo lo bueno y todo lo malo del progreso, y por eso, al tiempo que crece, debe aumentar también el respeto hacia el gran poder que otorga y lo nocivo que sería que el control de ese poder cayera en manos equivocadas.
Por primera vez, un producto tecnológico de consumo masivo (el videojuego Watch Dogs de Ubisoft) inicia un debate de interés social, empresarial y político. En el videojuego, la privacidad y el acceso a la información son los verdaderos protagonistas. La historia se desarrolla en Chicago, y en ella un moderno Robin Hood se propone luchar contra ese abuso de la libertad y la privacidad a través de un sistema operativo central que le da acceso a dispositivos tecnológicos e información detallada de todas las organizaciones y habitantes de la ciudad.
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Ubisoft decidió invertir los recursos de la campaña de lanzamiento en iniciar un movimiento social, el #MovimientoWeFree, que invitara a las personas a abrir los ojos sobre un tema que a todos incumbe en mayor o menor medida: el creciente poder de la información y del rastro que dejamos online.
La idea del #MovimientoWeFree para promocionar el videojuego Watch Dogs es uno de los pocos casos en Europa de public affairs advertising («publicidad de asuntos públicos») o publicidad de extensión pública. Esta experiencia se enmarca dentro de una tendencia americana que están desarrollando las multinacionales más comprometidas. Las acciones del movimiento han ido desde la apertura de redes WiFi gratuitas en las principales plazas de Madrid (Santa Ana, Callao, Santa Bárbara, Chueca…) hasta la emisión de una lista de reivindicaciones políticas.
Según Antonio Temprano, director general de Ubisoft, «en un mundo digital e hiperconectado, la información, más que nunca, tiene un valor incalculable. Con Watch Dogs buscamos invitar al jugador a que se plantee una serie de cuestiones: ¿hasta dónde podemos llegar en el uso de la tecnología? ¿Dónde están los límites en cuanto a privacidad y confidencialidad? ¿Hasta qué punto somos conscientes de nuestra huella digital y de lo que los demás saben de nosotros? La tecnología parece gobernar nuestras vidas, pero hemos de ser conscientes de la necesidad de un uso responsable de la misma.»
Es hora de replantearse muchas cuestiones sobre educación, seriedad, ética y utilidad social para no dejarnos arrastrar por la única verdad del poder que nos ofrece esa tecnología.
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