Ríete o te mato, cabrón

Disculpa por el título de la columna. Igual ha quedado un poco brusco, pero es que la realidad nos tiene un poco soliviantados a todos. Olvídate de lo de matar, de lo del cabrón y tal, que aquí hemos venido a hablar de risas y eso.

Se acaba de reeditar El Patito Saubón, un cómic del genial Carlos Nine que su editor argentino describe como la historia de «un pato militante comunista que, percibiendo que su sueño revolucionario está cada vez más lejano, se dedica a vender cepillos puerta a puerta para seducir a las esposas de los burgueses y convertirse en un amante desaforado».

Si comparamos ese argumento con la realidad que nos castiga cada día en todo el mundo, suena hasta simplón. Sin embargo, es todo lo contrario y nos sirve en este Piensódromo de hoy para invocar al humor como ese limpiabaños con lejía que toda mente necesita de cuando en cuando.

En casa, solemos guardar una caja a la que llamamos Kit de Emergencia Nacional. En ella conservamos lo habitual para este tipo de casuísticas: una bandera española, una franquista con su aguilucho, una republicana para los catorces de abril, una estelada, una botella de Anís Machaquito y el carné de socio del Betis.

Sin embargo, lo que hace especial a este kit son los extras que hemos aportado para levantar el ánimo. Ningún ansiolítico de origen químico. Todo natural.

Una copia VHS de Uno, Dos, Tres de Billy Wilder, que nos pone los pies en el suelo a la hora de analizar la manera de calzar al capitalismo en territorios hostiles; como somos marxistas, Groucho y yo, las memorias del referente vital, del mejor bigote pintado de la historia de la humanidad; la caja de DVD de Monty Python’s Flying Circus, que no hay mejor manual que ese para afrontar la vida con garantías de salud. Por último, hemos guardado en un pendrive los Testimonios de Joaquín Reyes de La Hora Chanante, que para eso son el mejor recordatorio de lo ridículos que somos todos cuando nos ponemos intensitos.

Darío Adanti afirma en su ensayo gráfico Disparen al humorista, editado por Astiberri, que el humor es siempre el primer muerto. «El humor es ese pajarito de la mina que nos advierte que los niveles de libertad de expresión están bajando. El humor es siempre el primero en morir por la censura». Por eso, conviene tenerlo cerca y contar con él como herramienta de uso cotidiano. Así, uno sabe cuándo tiene que salir corriendo antes de que las porras se claven en el lomo.

Además de los innegables beneficios intelectuales, de ser un indicador de inteligencia, de su marcado cariz como indicador de libertad y como comodín detector de la represión, el humor tiene también beneficios para la salud. Es antidepresivo, reduce el estrés, regula la presión sanguínea, reduce la sensación de dolor o las inflamaciones a causa de las endorfinas que produce, mejora la respiración, facilita la digestión y, por supuesto, hace que te alejes de esa imagen de amargado que llevas cultivando desde los años del grunge.

Siempre se ha dicho en el mundo del cine que los papeles y las películas que se toman en serio son los que sobrevuelan el drama. Es inexplicable que el humor, con todos los beneficios que trae, no esté mejor considerado. La comedia no es ninguna broma. No te separes de ella.

Aquí te dejamos cuatro historias más para que eches el ratico

• Una iniciativa ciudadana que huye de la confrontación y pide diálogo y entendimiento. ¿Para qué lo vamos a solucionar a tortas si lo podemos arreglar hablando? Parlem.

• Estas son las cosas que se aprenden viajando cuando uno llega a otra cultura como un elefante en una cacharrería.

• ¿Por qué nunca pensamos a solas? (y lo que piensas es lo que piensan los demás).
• Una de fotografía de la mejor. Fotógrafos comprometidos hasta las cejas.

Aquí va el vídeo de la semana.El documental Lo que hicimos fue secreto enfrenta a pijos contra punkies. Y está muy bien.

La propina

Para la vista

Aurora Rumí llena el desierto a partir del 7 de octubre en Madrid, en Cervantes & Cia. Más información aquí.

Este finde toca baile

Mira toda la mandanga rica que trae el festival Villamanuela 2017. Play!

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