Ruinmezquinoymiserable (Ruin/mezquino/miserable)

19 de enero de 2016
19 de enero de 2016
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En esta ocasión presentaremos un insulto de saco y corbata, de traje americana Cortefiel/Massimo Dutti, de abogado plano o más bien de notario gris o registrador oscuro cu​asi Pantone black undercoated.

Un insulto que se profiere desde la entraña del manchapapeles triste y aburrido, que llegó al Top ten del ámbito leguleyo, insulto que desde la zona de los despachos notariales del barrio de Salamanca de Madrid voló hacia los platós de los culebrones venezolanos, que emitido en un lenguaje trópico caribeño catódico adquiere la carga de misil explosivo como el diálogo al que podemos asistir a continuación:

–José Ramón, me has cambiado las pastis del embarazo por aspirinas y ahora llevo ​tres niños obesos como tú en mi vientre. Escúchame, José Ramón. José Ramón has sido ​ruin, m​ezquino y ​miserable, José Ramón…

–Tú, más que todo eso, Florinda. Y lo de ruin te lo acepto, ¡pero lo de ​mezquino y ​miserable! ​¡También!

 

¿Cómo se vocalizan estos tres términos?

Hablamos con el logopeda Elindo Guachez, de la provincia española de Arequipa, en Cuenca. Desde su despacho en la Universidad, contesta: «Depende mucho del sujeto que los profiera. Hay algunos que ya se traban en el ‘ruin’ y solo son capaces de decir ‘Ruiz’. Debe apoyarse la lengua en la parte de atrás de las papilas gustativas, rellenarlas con saliva y ejercitar un ‘ruin, mezquino y miserable’ desde el fondo de la laringe. Ah, y además, no olvidarse de pellizcarse la ingle para alcanzar el tono adecuado. Si no lo hace así, corre el peligro de desarrollar pólipos».

 

Usos de «ruin, mezquino y miserable»

1) Desacreditar al rival político.

Si usted es político, da igual el partido, lance estos tres adjetivos al contrario a poco que le moleste. El resto de sus compañeros le aplaudirán y los de su oposición le criticarán. Nada nuevo.

2) Describir a Rodrigo Rato.

En este sentido, no hay mucho que explicar: los tres términos son muy aplicables al expresidente de Bankia, al que aprovechamos para saludar por si lee este artículo en uno de sus viajes en avión a Suiza.

3) Atraer a la cotorra en tiempo de caza.

Como bien saben los cazadores andinos, no hay mejor forma de atraer a la cotorra del altiplano que gritar «ruin, mezquino y miserable» en un tono de voz grave, imitando a Tom Waits. El animal se vuelve loco y corre en dirección al cazador, que le dispara por ruin, miserable y mezquino. El cazador, decimos.

4) Que Loquillo lo utilice para componer una canción.

Tras el éxito de Feo, fuerte y formal, parece lógico que El Loco tire por otros tres términos que suenen bien, a rock and roll puro. Seguro que será un hitazo que cantarán todos los insultófilos.

 

Grado de insulto

Ruin

3/10

Existiendo el peligro de que se confunda con «Ruiz» y sus aires demodé, este insulto no suele tener mucha trascendencia y molesta únicamente a antiguos nobles o nonagenarios.

Mezquino

3/10

Poca importancia de insulto, que inclus​o puede ser confundido con «Eres un Quino», que es una alabanza en todos los países del mundo. ¡Viva el autor de Mafalda!

Miserable

3/10

A pesar de su belleza estética, jamás ha llegado este insulto a donde se merece. Solo una vez, en un bar de ​la Avenida Atlántica de ​Río de Janeiro, un hombre mató a otro por su culpa. Demasiado poco.

Ruin, ​mezquino y miserable

9/10

A estos tres insultos les ocurre como a los Power Rangers: por separado no son nada pero si unen sus fuerzas, te hacen concha mal. Por lo tanto, úsense juntos y compruébese su potencia en cualquier situación.

 

Ilustración de portada: Fernando Rapa

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