¿Sabes lo que significa la palabra cacosmia? Es una enfermedad que quien la padece está obsesionado con atrapar ladrones. Sí, me lo he inventado, como se hacía cuando «jugábamos al diccionario»: se buscaba una palabra y se creaba una definición. Eso hicieron hace ya más de veinte años Eduardo Armada Rodríguez y Miguel Carrera Andrés y ahora ambos han creado un juego de mesa basado en aquella idea: Sabidurius.
Lo primero que llama la atención del juego es su diseño. Creado por el artista Ramón Trigo, Premio Lazarillo de Álbum Ilustrado 2012 por Leviatán. El gran reto era crear una obra que fuera al mismo tiempo tan hermosa como práctica para jugar sobre ella. Y parece que lo consiguió. Para Sabidurius realizó el diseño de treinta obras que componen las trescientas tarjetas con novecientas palabras y definiciones, los elementos del juego y el tablero, donde los jugadores van siguiendo la senda marcada por un misterioso hombre de bombín siempre rodeado de interrogantes, siempre en la búsqueda de cada definición.
Una labor fundamental para conseguir que los jugadores se enganchen fue la búsqueda de términos muy poco frecuentes en el vocabulario cotidiano, prácticamente en desuso. Así que cada participante tiene que desarrollar al máximo su creatividad. «En Sabidurius todo vale, desde lo más serio y rebuscado, a lo más simple y delirante». Algo así como cuando te justificas con un profesor en la escuela, cuando llegas tarde al trabajo o cuando ligas. «Las definiciones más disparatadas son las que más triunfan», señala Armada.
Gana quien logra persuadir a sus contrincantes de que su definición es la más acertada. «En realidad es algo que hacemos cuando nos encontramos con una palabra cuyo significado desconocemos. Pensamos: ¿a qué me suena? ¿Qué me sugiere?». De alguna manera, sus creadores buscaron marcar una diferencia con otros juegos de palabras, como por ejemplo el Scrabble, pues buscaban que tuviera como elemento primordial el ingenio de cada persona. «Lo que ocurre en nuestra cabeza desde que escuchamos una palabra hasta que elaboramos una definición tiene mucho que ver con la imaginación, el vocabulario, con la asociación de ideas, con la concreción, la capacidad de síntesis y, por supuesto, con la escritura; es todo un proceso creativo», afirma Eduardo Armada.
Esta lúdica también permite que quien juega se acerque a las palabras de una manera diferente, sin los agobios y las obligaciones de la academia. «Sin duda Sabidurius es una buena forma de perderle el miedo a las palabras y a la escritura». Además, para adquirirlo o lo haces a través de la web o en una librería. Así que si vas a comprar el juego, en una de esas también te llevas un libro.
La mayor satisfacción de sus creadores es darse cuenta de que Sabidurius ha conquistado desde adolescentes hasta abuelos casi centenarios. Y es más gratificante cuando ven a unos y otros compitiendo y riendo en una misma partida. «Resulta sorprendente lo que pueden llegar a escribir ocho personas alrededor de una mesa cuando les pides que definan palabras como meliponinos», concluye Armada. Desde finales del año pasado ya está a la venta la segunda edición.
Por cierto, cacosmia, según la Real Academia de la Lengua, significa «olor fétido» o «perversión del sentido del olfato, que hace agradables los olores repugnantes o fétidos». Pero eso da igual. ¿Tú cómo la definirías?