Skeet Skeet significa eyacular en inglés, en argot callejero, y quizá podría ser el nombre de la bebida de moda estos días de canícula. El semen es asequible y fácil de conseguir, aunque todavía tenemos muchos prejuicios para su uso normalizado en la cocina creativa. Para recetas que lo incorporen hay que disponer de un generador sostenible de esperma (un hombre, vaya), y obtener así el preciado néctar sin demasiado coste.
El semen es una sustancia muy rica en oligoelementos, potasio, aminoácidos, fructosa… pero profundamente hidrófoba, debido a su estructura de gel coloidal.
Fotie Photenhauer publicó un libro llamado Natural Harvest que está lleno de ricas y divertidas recetas hechas con esperma humano, a las que hay que enfrentarse con la mente abierta y el paladar bien dispuesto.
El autor afirma en sus páginas que “el esperma no solo es nutritivo, sino que además tiene una maravillosa textura y unas propiedades sorprendentes en la cocina. Como el buen vino y los buenos quesos, el sabor del semen es complejo y dinámico. El semen es muy barato de conseguir, y normalmente está disponible en muchos, si no en la mayoría, de hogares y restaurantes. Sin embargo, a pesar de todas estas buenas cualidades, el semen sigue estando infravalorado como ingrediente”.
Este extremo es cierto, pues fue famoso el caso de una mujer despedida de un restaurante de Sushi por añadir semen a la salsa picante.
En ritos dionisíacos o en las orgías saturnales de la Antigua Roma se utilizaba el semen de los gladiadores. Este preciado líquido se vendía a las matronas y a las vírgenes como crema facial de increíbles propiedades, pero para poderlo aplicar fresco era necesaria la presencia del gladiador en el tocador de la dama. Esto se ve muy bien en la impactante Calígula (Tinto Brass, 1979) con muchos soldados romanos masturbándose sobre la bañera de la mujer de un senador, que se aplica el resultado de todos esos surtidores sobre su tersa piel de patricia.
Si rellenamos con esperma una cubitera de plástico, de esas que tienen seis moldes con forma de pez o de osito (las venden en Carrefour), y lo metemos en el congelador con un palito de madera dentro podemos hacer polos de semen para fiestas para adultos. Sin embargo, como no es soluble en agua, no se recomienda añadir al gin tonic, pues se forman grumos de gel.
Gordon Gallup, de la Universidad de Albany, sostiene que las mujeres pueden mejorar su sistema inmune ingiriendo el semen de sus parejas. Esta bebida íntima también previene a las mujeres embarazadas contra diversos problemas relacionados con su estado. Todo esto abre interesantes caminos para recetas familiares utilizando semen fresco, lo que puede dar lugar a divertidos y estimulantes juegos culinarios de pareja. Al fin y al cabo, nadie debería sentir asco por la ingesta de fluidos de la persona amada, al menos si hablamos de fluidos con origen erótico.
Hay mucha controversia respecto a si se puede concluir que las mujeres expuestas a semen con más frecuencia padecen menos depresiones, y por tanto se puede recomendar el semen como anti depresivo. El estudio en cuestión se publicó en el sesudo medio Archives for Sexual Behavior, y desató una tormenta mediática.
Este verano puede usted sorprender a sus invitados con refrescantes recetas. Sugerencia de la casa: servir el semen muy frío, espolvoreado con pimentón de la vera culminando algún canapé de pescado y una reducción de Pedro Jiménez. Y para acompañar, el tinto de verano estaba muy bien en los años noventa, pero ahora lo realmente cool es el Skeet Skeet ®.