Tu revolución no me interesa si no la puedo bailar, decía la libertaria Emma Goldman en uno de los eslóganes más famosos del feminismo. Suena frívolo, pero el baile, además de divertido,
Ocurrió en una conversación triangular por Zoom. Paty Godoy estaba en el vértice de arriba (México). Omar Rincón, en la punta de abajo (Colombia). Jorge Carrión y Pere Ortín estiraban el tercer
Gonzalo Rodríguez de Marichalar y Javier García Tena forman parte del nutrido grupo de trabajadores que a mediados de marzo pulsaron el pause. Las agencias de publicidad en las que trabajan (la del
Emrys Westacott leía y releía a los clásicos, buscaba y rebuscaba por los rincones de la antigua Grecia. Indagaba por páginas y páginas de libros las bases filosóficas de la vida sencilla
Cuando Salvador Espriú escribió su Antígona en apenas una semana mientras la Guerra Civil agonizaba, intuía que pasaría mucho tiempo hasta que la obra pudiera publicarse. No se equivocaba; hubo de esperar
«Somos la generación que más años vivirá y, en cambio, la que menos tiempo tiene». Así comienza la aventura literaria en Instagram de dos amigos publicitarios a los que les encanta leer
Mierda a espuertas. Raúl Barbolla tenía esa sensación en los días más duros de la pandemia: El virus es una mierda. El confinamiento es una mierda. Contagiarse es una mierda. Morirse es
Cuando alguien viene a darnos una noticia, lo primero que miramos es su rostro porque nuestra ansiedad intenta anteponerse a lo que se nos viene encima. El efecto es tan poderoso que
Cuando despertamos, el virus estaba ahí y nuestro único escudo para protegernos y luchar contra él ha sido la sanidad pública. Parece que hemos entendido, a golpe de miedo y contagio, que
Cuando empezamos a escribir en el colegio, primero aprendemos a hacerlo a lápiz y cuando el profesor ha comprobado en nosotros cierta maestría en su manejo, nos pasan a la siguiente y