Hace 10 años, cuando nadie hablaba todavía del crowdsourcing, nació Threadless. Era una web donde un diseñador de cualquier lugar del mundo podía proponer un modelo de camiseta y un usuario cualquiera podía comprarla a través del site. Hoy más de 1,4 millones de personas forman la comunidad, 100.000 diseñadores han colgado sus diseños y la página recibe 3 millones de visitas al mes.
Pero a Thomas Ryan no le gusta hablar de “crowdsourcing”. El CEO de la compañía dijo ayer en el European Ecommerce Conference que allí nadie busca nada. “Lo hacen por el placer de compartir. Y no podemos hablar de ‘crowd’ (multitud) porque es una comunidad de diseñadores”.
Ni hacen crowdsourcing, como todo el mundo dice, ni se definen como una empresa, como todo el mundo cree. Ryan prefiere describir Threadless como ellos mismos se ven: “somos los anfitriones de una fiesta”. Y añadió que sus valores son: “Reforzar el sentido de comunidad, la creatividad, la honestidad y la transparencia”.
En estos diez años las personas que trabajan en Threadless han aprendido varias cosas, según Ryan:
Uno. “Las grandes ideas vienen de cualquiera”. Pero, además, “el entusiasmo puede generar más éxito que la experiencia”. “¿Sabe tu compañía canalizar la pasión o la machaca? En Threadless organizamos DIYDs (Do It Yourself Day). Durante ese día todos los empleados trabajan durante toda la jornada en una idea propia. Al final del día cada uno presenta su proyecto y explica a los demás cómo se puede llevar a cabo.
Dos. “Construye una experiencia mejor para lo que tu comunidad ya está haciendo”. “Nosotros hemos tenido un éxito internacional accidental. La comunidad fue más rápida que nosotros. Empezaron a traducir nuestro site a otros idiomas. Pero reaccionamos rápido y ahora somos proactivos. Estamos preparando nuestra web en varios idiomas y estarán listas en los próximos meses”.
Tres. “Actúa de forma humana”. “La autenticidad no es negociable. En el Servicio al Cliente no vale con decir ‘Lo siento’, ‘Nos hemos equivocado’, ‘Asumimos nuestros errores’… Hay que actuar y arreglar lo que no se hizo correctamente. Los clientes son inteligentes y hay que tratarlos como tal”.
Cuatro. “Aprende a soltar y cede control a tus clientes. Normalmente los beneficios son mayores que los riesgos”.
Cinco. “El marketing es el resultado de un gran producto y no al revés”.