Tommy Cash: lo sublime y lo ridículo mezclado, no agitado

Tommy Cash

¿Qué tienen en común Eurovisión, una pasarela de Balenciaga y la página de porno más visitada del planeta? La respuesta es que todas han sido atravesadas por un artista estonio que, con una mezcla de ironía posmoderna, humor balcánico y sentido del espectáculo, ha conseguido infiltrarse en todos esos espacios como si fueran el mismo escenario. Tommy Cash no distingue entre lo sublime y lo ridículo: lo mezcla, lo bate, lo cocina y lo sirve con topping de crítica en bandeja de plata kitsch.

Para ubicar a quien aún no lo tenga en el radar: Tommy Cash saltó a la fama definitivamente cuando se erigió como representante de Estonia en Eurovisión 2025. Con su tema Espresso Macchiato arrasó y se llevó el bronce con 356 puntos, siendo el preferido absoluto del televoto y, por supuesto, de internet, el verdadero termómetro del éxito. Un resultado histórico para su país y un golpe maestro para un artista que lleva años moviéndose entre el rap, la performance postsoviética y la estética del exceso digital. Lo suyo no es simplemente cantar: es convertir cada aparición en una instalación artística viva donde lo cómico, lo grotesco y lo sublime se entrelazan dejando siempre una sensación de confuso ‘¿qué acabo de ver?’.

Como adelantábamos en la apertura del artículo, en el universo performático de Tommy Cash, la pasarela de Balenciaga se convirtió en un escenario más de subversión. Durante la Semana de la Moda de París en 2022, el artista estonio irrumpió en el desfile de la maison francesa vestido como un paparazzi: bomber negra, falda de mezclilla con tachuelas y cámara al cuello. Su presencia, más propia de un infiltrado que de un modelo, jugó a desdibujar las fronteras entre espectador y espectáculo, desafiando las convenciones de la moda manteniendo su espíritu provocador.

En 2023 irrumpió en la Semana de la Moda de París con un traje de látex que simulaba un cuerpo musculoso desnudo, completado con camisa blanca y corbata negra. Durante el desfile, adoptaba posturas de culturista y tomaba proteína en polvo de un bote gigante en otro de sus ejemplos para cuestionar la masculinidad, el cuerpo y los límites entre moda, arte y espectáculo.

Pero su transgresión no se limitó a las pasarelas. En 2020, Cash ideó y protagonizó un videoclip para el tema Untz Untz, que fue publicado en Pornhub porque en cualquier otra plataforma hubiese sido censurado. La pieza, lejos de ser una provocación gratuita, se adentra en una reflexión sobre la exposición, la objetificación y la cultura de la viralidad. Una narrativa que juega con la disonancia entre lo erótico y lo artístico, el videoclip desafía los límites de la expresión habitual del entretenimiento.

Volviendo a su más reciente acción, Espresso Macchiato no solo llevó a Tommy Cash a Eurovisión 2025, sino que se convirtió en un tsunami de memes y challenges en redes sociales, y uno de los temas más pegadizos en las cabezas de cualquiera que se haya cruzado con su melodía y su excéntrica y paródica letra italiana.

En noviembre de 2025, este polifacético artista, que se considera, ante todo, un rapero y cuyo personaje todavía oculta a la persona tras la máscara, deleitará a los fans españoles con sus temas, coreografías y provocaciones en Barcelona y Madrid.

Pocos artistas pueden presumir de haber irrumpido en una semana de la moda, subido un viral vídeo a Pornhub sin dedicarse a la industria del porno y, además, haber alcanzado un éxito histórico en Eurovisión. Tommy Cash demuestra que, entre el espectáculo, la provocación y la viralidad digital, todavía hay espacio para reinventar lo que significa ser un artista contemporáneo, aunque nadie tenga claro si estamos ante un genio o simplemente ante un gran chiste.

Y quizá esa sea la gracia: en su mundo, lo absurdo y lo brillante se confunden, y nosotros solo podemos sentarnos a disfrutar del espectáculo.

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