A menudo es maltratada la belleza. Olvidada. Despreciada. Como si no fuese tan imprescindible como es. Las protestas descuidan con frecuencia el diseรฑo, la armonรญa, la exquisitez. Pero hay veces que no es asรญ. Y cuando esto ocurre el grito de socorro no retumba como una queja cansina. La voz suena muy bien y muchos mรกs acercan sus oรญdos.
En Praga no es fรกcil coger la bici. No hay suficientes carriles para ciclistas. No hay seguridad y esto disgusta al artista checo Vladimir Turner.
Una noche tomรณ su bici en protesta. Fue por vรญas urbanas, entre el trรกfico nocturno. Cruzรณ parques colina arriba y colina abajo. Atravesรณ plazas pรบblicasโฆ Y como no tenรญa ningรบn carril especรญfico para su bici, lo proyectรณ unos metros ante รฉl imaginando que estaba ahรญ.
Hay otras formas de decir las cosas. Una acampada, unos aplausos o una videoperformance.
Visto en Animal New York.
Una protesta artรญstica para reclamar carriles bici
