¿Cómo deben ser las ciudades que habitamos? ¿Es sostenible el modelo de urbanismo que las ha caracterizado hasta ahora? ¿Hasta dónde ha cambiado el covid-19 nuestra precepción de lo urbano y del hogar? Son muchas las cuestiones que podemos plantearnos en torno a las ciudades, más si cabe ahora que una pandemia ha llegado para poner patas arriba nuestro mundo. Para tratar de dar respuesta a todas ellas, se celebra del 30 de octubre al 21 de noviembre la 9ª edición de URBANBATfest sobre arquitectura, urbanismo e innovación social.
La edición de este año lleva por lema La ciudad dentro de casa. Con el confinamiento, el trabajo, el ocio y la socialización se trasladaron a los hogares. Esos espacios que habíamos reservado para nuestra intimidad, nuestro descanso y nuestro refugio de la vorágine exterior tuvieron que reconvertirse y adaptarse a la nueva situación.
La ciudad, de alguna manera, se trasladó a las casas de los ciudadanos. «La cotidianidad que antes transcurría en distintos lugares se ha concentrado en unas pocas habitaciones. Lo que antes sucedía ahí fuera se ha enredado en los interiores. Las narrativas heredadas del pasado reciente han tenido que ser actualizadas y revisadas, sobre la marcha», explica Uriel Fogué, arquitecto y director del estudio Elii [oficina de arquitectura]. Por tanto, «hablar de lo doméstico es hablar, a la vez, de lo urbano y de lo rural. Y viceversa; porque todas estas esferas se copertenecen y codeterminan».
Son muchas las maneras en las que se pueden entender y tratar esos cambios. Tantas como arquitectos y urbanistas, cada uno con su punto de vista y su concepto de qué debe ofrecer una ciudad para hacerla más hogar.
«Durante estos tres meses de confinamiento en los que algunas privilegiadas hemos podido practicar el teletrabajo, hemos aprendido una lección que creo que es fundamental para el futuro, y es replantearse si tiene sentido una ciudad en la que los desplazamientos son imprescindibles para realizar tu actividad económica», se plantea Aixa del Rey, arquitecta en Flexo Arquitectura. «De esa experiencia, la palabra que nos interesa más sería la hibridación en el sentido de complejizar la ciudad».
Ibon Bilbao, de Arquitectos de Cabecera, por su parte, reivindica no caer en el error de que la vivienda debe solucionar todo tipo de situaciones. «Reclamamos que la ciudad sea el lugar donde poder extender las actividades domésticas: la vivienda dispersa».
Para otros profesionales, las cooperativas de viviendas son ese espacio intermedio en el que es posible repensar qué es la vivienda y lo doméstico, «ver qué actividades y usos podemos sacar de la vivienda, pero sin ir a la ciudad, sin ir afuera». Así lo expresa Carles Baiges, arquitecto de Lacol y habitante de La Borda, una de esas cooperativas habitacionales en Barcelona, edificios en los que predominan los espacios de uso común y que favorecen la vida en comunidad.
No son las únicas cuestiones que se podrán abordar y estudiar durante el festival. También hay otros factores implicados como las políticas de vivienda de protección oficial o las grietas y diferencias sociales que quedan al descubierto en cuanto a habitabilidad con situaciones extremas como el confinamiento.
Para abordar todas estas cuestiones URBANBATFest recurre a un programa multidisciplinar en el que se cruzan las prácticas culturales y artísticas, la arquitectura y el urbanismo, las ciencias sociales y las experiencias situadas, trazando puntos de intersección entre lo formal y lo informal, la teoría y la práctica, lo instituido y lo emergente. Podría decirse que, más que un festival, es un laboratorio que analiza las transformaciones urbanas.
Exposiciones como Quarantinology conviven con conferencias, proyecciones de películas, presentaciones de proyectos urbanísticos, debates, talleres e incluso paseos guiados. Una metodología de trabajo, en definitiva, que, desde la observación y la escucha activa de los fenómenos urbanos que afectan a nuestro entorno más cercano, propone alternativas y trabaja en soluciones conjuntas que permitan rediseñar las ciudades a escala humana.
Entre las invitadas que participarán en el festival se encuentran arquitectos como Nuria Moliner, Uriel Fogué y Eduardo Castillo Vinuesa, pero también sociólogos y politólogos como Braulio Gómez, artistas como María Jerez y Txaranga Urretabizkaia, investigadoras culturales como Ingrid Guardiola Sánchez, agricultores como Sergio González Sánchez, la doctora en Geografía Helena Cruz Gallach, la consultoría de accesibilidad arquitectónica Accessibility Digest, la experta en cohousing Cristina Lacuesta Lerín y representantes de la administración pública vasca como Beatriz Nuin y Pablo García Astrain.
«Es, desde esta condición ecosistémica, desde donde, pensamos, se abre un espacio de reflexión sobre lo doméstico», concluye Uriel Fogué sobre esta edición de URBANBATFest. «Repensar cómo nuestros hogares son una expresión de nuestros modos de vida, modelan nuestras rutinas del día a día y, fundamentalmente, afectan a nuestro bienestar».