El vampiro enamoradizo

29 de noviembre de 2013
29 de noviembre de 2013
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El mito tiene alma de chicle. Puede estirarse hasta el infinito y cambiar de forma hasta la extenuación. Las leyendas y relatos de vampiros llevan siglos decorando noches de terror. Y aún así nunca se acaba. La figura cayó en manos del dibujante francés Joann Sfar y acabó convirtiéndose en una nueva versión: Vampir.

Este personaje de apenas unas líneas se llama Fernand. Es un buen tipo y solo muerde con un colmillo para no herir demasiado a sus víctimas. Pero, además, se enamora con facilidad. El vampiro es la versión más blanda de sus semejantes. No le interesa sembrar el terror ni atemorizar a nadie. Le guía la pasión y un cierto anhelo romántico de la vida.

“Vampir es un bestiario amoroso”, dicen en la documentación del libro. Y en esas se puede ver metido en una conversación así:

Ella: Quiero que volvamos a estar juntos.
Él: ¿Prometes no volver a dejarme?
Ella: No te dejé, solamente te engañé. Si no te hubieses enterado, no habría pasado nada.
Él: Ya, pero me enteré.
Ella: No fue culpa mía que te enterases. Hice todo lo posible por ser discreta.

El amor, el deseo, la sensualidad, los celos, el miedo, la ilusión… Todo puede estar a la vez en un par de viñetas. Joann Sfar intenta llevar muchos de estos sentimientos a escena para abordarlos como una comedia y también como una fábula universal.

Las historias de Vampir están recogidas en un libro de tapa dura y papel apetecible para acariciar. En España lo ha publicado Fulgencio Pimentel.

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