Atonatiuh Bracho decidió que la mejor manera de enseñar fotografía no era en un salón de cuatro por cuatro, plagado de mesas y alumnos ansiosos por utilizar la cámara. Su clase consiste en pillar a un grupo de personas, subir a un coche y llegar al volcán Xinantécatl, a unas horas de la ciudad de México. Mientras escalan hasta el cráter, los aficionados van tomando fotografías del increíble paisaje del nevado de Toluca. Atonatiuh les aconseja, les da tips y al terminar todos comparten un picnic con quesos, embutidos y vino.
El plan que podría ser una idea esporádica de fin de semana, es un negocio. Vayista es una iniciativa que se dedica a luchar contra el aburrimiento y buscar turismo alternativo en la ciudad de México y el resto del país.
Según la Real Academia de la Lengua, el aburrimiento es el “cansancio, fastidio, tedio, originados generalmente por disgustos o molestias, o por no contar con algo que distraiga y divierta”. Vayista intenta ser un antídoto que incluye ideas como nadar con tiburones martillo con un buzo profesional, recorrer Oaxaca con un maestro del mezcal. O sumergirse a una sesión de yoga y temazcal en las pirámides.
Michelle Phillipe y Samantha Galewicz, “amantes y apasionadas de México”, tuvieron la idea de crear Vayista, buscando diferentes planes para hacer en la ciudad y en el resto del país. La compañía, que existe desde hace ocho meses, es un remedio para quienes quieren conocer más a fondo su propia ciudad u otras más lejanas. El punto está en dejarse llevar por expertos. Por algún coleccionista de arte que te lleve al museo más raro de la ciudad de México o por un chef de renombre que se pone a experimentar recetas contigo.
“Vayista surge de la inquietud y la pasión por descubrir México. Conocer a aquellas personas tan interesantes a las que normalmente no tenemos acceso. Desde un chef de vanguardia, un arquitecto urbano, un graffitero profesional, un coleccionista de antigüedades. Queremos descubrir tanto a las personas como los lugares más auténticos y especiales en México”, señala Phillipe.
Entre los expertos puede estar Roberto Shimizu, un arquitecto, que habla cuatro idiomas, ha viajado por unos 35 países y ha sido reconocido por la Bienal de Venecia, que organiza un tour al Museo del Juguete Antiguo de México, y enseña a los visitantes una colección de 50.000 piezas y más frikadas que solo se pueden descubrir con un experto. Esta experiencia cuesta unos 35 euros.
Otro plan es cocinar una paella con el chef madrileño, Pepín Aguilar, que hace unos años encontró entre su herencia un libro con más de 500 recetas y algún fin de semana lleva a los interesados a un paseo por la Marquesa y les enseña a cocinar al aire libre.
“Descubrimos constantemente a estos expertos, que cumplen con un perfil muy específico que es principalmente la pasión y el amor por lo que hacen, ya con esto palomeado, diseñamos una experiencia junto con el experto en un contexto completamente diferente y especial”, agrega la fundadora de Vayista.
Lo único que hay que hacer es buscar una experiencia en el catálogo de Vayista, que cada mes ofrece nuevos planes. Una vez elegido se debe reservar y hacer el pago. El número de personas depende totalmente del «host», quien determinará el lugar, el horario y demás necesidades. Se intenta que los grupos no rebasen las 12 personas y el costo va desde los 60 hasta los 90 euros cada uno.