Nuestro mundo es diverso. La diversidad campea a sus anchas por el planeta, por mucho que a algunos les moleste lo de toparse con lo diferente. Lo distinto nos enriquece, nos hace crecer, progresar, tener más empatía, ser más humanos… Lo que ya conocemos nos puede llegar a resultar monótono y aburrido, de ahí lo necesario de dejar la puerta abierta para dejar pasar a la diversidad (y el fresco, de paso, que ya va haciendo tiempo para eso).
En Yorokobu lo hemos hecho y en las páginas de nuestro último número se han colado contenidos que inciden en todo lo bueno que puede traer consigo la diversidad. Aunque sin obviar lo puñetero que en ocasiones puede resultar el no cumplir con los estándares de la normalidad.
De entre lo bueno, pero bueno bueno, la portada que Micaela Gómez ha diseñado para este número. Lo bueno es que nunca le dijimos que hablaríamos de diversidad, y, sin embargo, su diseño sí la representa.
El cine es cada vez más diverso. Hay una sirenita negra, un James Bond rubio… Todo muy guay. Pero lo que no tragamos, parece ser, es una sirenita o un James Bond feos, gordos y del montón.
Para diverso, el vocabulario de los Z. El Traductor simultáneo se baja al barrio más barrio para explicar qué es jambo y por qué la usan los chavales ahora.
La fotografía retrata, con mucha frecuencia, a modelos que entran en el canon de belleza. Pero Louis Stettner prefirió fijar su objetivo en la gente corriente, la que madruga, la que trabaja en fábricas y está harta de madrugar. Fotografía social lo llaman.
En la Historia dibujada, contamos cómo la ciencia puede acabar con el racismo. Ya se sabe, con dibujines todo se entiende mejor.
La moda que vestimos está diseñada para cuerpos estándar. Pero resulta que las personas con enanismo, o que se mueven en silla de ruedas o a las que les falta uno de sus miembros necesitan vestirse también. La buena noticia es que ya existe una moda adaptativa para cubrir sus necesidades.
Carlos Barea sintetiza su trayectoria en tres profesiones: escritor, editor y activista cultural. Y, además, es una de las personas que más sabe de identidades. Hemos hablado con él y nos ha contado un montón de cosas.
Creemos que tenemos opiniones diversas, pero, en el fondo, somos gregarios y seguimos el pensamiento de nuestro grupo tanto por amor a él como por necesidad de pertenencia. Algo así, pero mucho mejor explicado es lo que cuenta el reportaje Gregarios por amor.
Vagos y maleantes es una exposición que reflexiona sobre los impactos de la histórica opresión al colectivo LGTBIQ+. Estaba claro que la diversidad sexual tenía que estar presente en un número al que hemos llamado Diverso (con s, no nos liemos).
Estos son solo unos ejemplos de todo lo que encontrarás en la revista. Si quieres hacerte con un ejemplar en papel, que tiene más encanto, pincha aquí, prima.
Y tanto si la lees impresa como online, hazlo escuchando la playlist que nos hemos currado para ponerle banda sonora a tu lectura.