La gente y las emociones, esas son las dos cosas que más inspiran al artista israelí afincado en Tel Aviv Yuval Robichek. Y para encontrarlas, no necesita buscar muy lejos. Lo cotidiano, el día a día, eso que no consideramos extraordinario aunque lo sea, está siempre reflejado en sus ilustraciones.
«Lo cotidiano somos nosotros, cada minuto, todo el tiempo», explica Robichek. «En mi vida normal presto más atención a lo cotidiano que a las ocasiones especiales». Tampoco falta el agua en sus viñetas. Al fin y al cabo, nació cerca del mar, «forma parte de mí».
La gente y las relaciones entre las personas completan los elementos que siempre están presentes en la obra del israelí. Y aunque esas relaciones a veces son complicadas, el humor aparece para llenar sus dibujos de luz.
«Soy un tipo optimista. Cuando hablo de los problemas que pueden surgir en una relación, siempre dejo espacio para la sonrisa. Todo se puede resolver con humor».
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¿Cómo trabaja Yuval Robichek? «Cuando la inspiración me sorprende, lo primero que hago es dibujar esa idea en blanco y negro sobre el papel. Después, escaneo el dibujo y por último le doy color», explica su proceso de trabajo.
