No vienen a revolucionar la profesión aunque lo suyo, dicen, es un nuevo concepto de periodismo. Lo es porque parten de un modelo más parecido al de una start-up tecnológica que al de una empresa periodística tradicional, según comentan. Pero, sobre todo, lo es por la forma en la que Acuerdo cocina y ofrece la información. «Queremos volver a lo básico. Estamos gestando un medio capaz de destilar información y ofrecerla al lector en el formato más comprensible: visualizaciones, infografías animadas, textos, vídeos, docuwebs o incluso, por qué no, videojuegos. No vamos a ponernos límites. Buscamos historias. Historias de las que importan», explican en su manifiesto.
De buscar y elaborar esas historias se encarga el equipo de Acuerdo. “Hay tres periodistas fijos que coordinan las historias junto con los directores de arte y maquetación. Pero la idea básica es la de una productora: cada reportaje es un producto diferente y en él confluyen profesionales de todas las disciplinas: ilustradores, economistas, infografistas, escritores, ingenieros, animadores, arquitectos, programadores… y por supuesto periodistas, que firman cada información con el apoyo del resto del grupo. Un reportaje, por ejemplo, puede contener el trabajo de cuatro o cinco perfiles diferentes”.
Srebrenica, el cómic digital con el que Joe Sacco viaja a Bosnia 18 años después de la Masacre junto a uno de sus supervivientes, es uno de esos “productos” de Acuerdo a los que se refiere Pedro García Campos, su director editorial.
El videojuego Web Profunda, en el que periodista Toni Díaz y el animador Pablo Salvador se sumergen en las profundidades de internet, o el reportaje de investigación sobre la piratería en el Índico y el Atlántico, realizado por Daniel Campos e ilustrado con las infrografías de Rafa Höhr (ex de The Sunday Times), son otros de los ejemplos de periodismo que la nueva revista quincenal para tablets y ordenadores pretende seguir ofreciendo a sus lectores.
Con ellos, Acuerdo se dio a conocer a sus posibles mecenas y a la vez lectores. La campaña emprendida en Kickstarter finalizó el pasado día 4 de noviembre con las expectativas superadas. Aunque García Campos descarta volver a recurrir al crowdfunding en un futuro: “Es una herramienta de marketing que nos ha servido para darnos a conocer sobre todo en España, Reino Unido y Estados Unidos (hemos tenido mecenas de casi una decena de países diferentes, ¡incluso de Corea!), pero corresponde a una vía de financiación que hemos dado por terminada”.
A partir de ahora, Acuerdo espera ingresar por suscripciones, venta de reportajes (“que serán de pago”), esponsorización de contenidos en exclusiva y patrocinio de la web y de la aplicación. “Somos incompatibles con el modelo tradicional de publicidad por el que se insertan banners y módulos que ocultan o maltratan la presentación de la información. En nuestro caso, buscamos una identificación entre marca y contenido que no hiera ni moleste al lector”.
Pese a rechazar la forma de financiarse de muchos medios tradicionales, Acuerdo reconoce sus referencias en clásicos del periodismo como NYT, The Guardian o Wired, «que nos han proporcionado ideas para generar interactividad en los contenidos. En este sentido, plataformas como el National Film Board de Canadá, que en estos últimos años se ha especializado en publicar documentales web interactivos sobre temas de cualquier naturaleza, han sido un gran espejo y una gran motivación”.
García Campos contextualiza a Acuerdo en una profesión, el periodismo, que, en su opinión “ha perdido el ritmo de la innovación tecnológica en los últimos años”. Pero aunque se resiente, asegura, “resistirá”. Solo hay que ver, recuerda, el número de cabeceras gestionadas por periodistas y nacidas en España desde que arrancó la crisis en 2008: “¡mas de 200!”. “Parece increíble pero cierto. Tan cierto como que no existen respuestas salvadoras: solo una gran campo listo para ser abonado. Y debemos abonarlo los jóvenes”.
Jóvenes pero profesionales, con independencia de la materia en la que estén especializados. “Nos interesan los ciudadanos y los lectores como partícipes y creadores de informaciones relevantes desde su perfil profesional o especializado”. Porque en lo que García Campos y el resto de Acuerdo no cree es en el mal denominado, a su modo de ver, periodismo ciudadano. “Es una gran mentira con la que atraer al lector. ¿Por qué es importante un árbol que se haya caído en mi barrio? Al final, el oficio de periodista se diluye entre tantas voces y nuestro trabajo es devolverlo a su sitio”.