Así serían nuestras banderas si las pintara el fútbol

24 de abril de 2012
24 de abril de 2012
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El fútbol español es blanco, dice el título. Y habrás pensado que va porque el Real Madrid ganó al Barça el sábado en un choque tan importante que ha sacado al país de la crisis, ha rebajado la prima de riesgo y ha dado aire a nuestra economía. Pero no. Y tampoco. Esto no es una crónica deportiva, sino cromática. Sabemos qué colores tiene nuestra bandera nacional. Y qué colores luce cada una de las diecisiete autonomías de este maltrecho país. Pero ¿sienten los clubes del fútbol los colores de sus territorios tanto como tú, sentido hincha, sientes los suyos? La respuesta es que no. Si hiciéramos las banderas del país en función de los colores de los equipos de fútbol el resultado sería bastante diferente al que conocemos.

Banderas. Trapos de colores en los que se envuelven algunos para defender las esencias y costumbres de un trozo de tierra que, según dicen, poco tiene que ver con los de al lado. Quien más y quien menos tiene su trapo favorito. Quizá no corresponda a un territorio, sino a un equipo. Un escudo, una camiseta, una bufanda. En España hay tres categorías futbolísticas llenas de equipos profesionales que sirven para exaltar los ánimos de propios y extraños. Veinte equipos en Primera, veintidós en Segunda y cuatro grupos de veinte equipos en Segunda B.

En total, 122 equipos, en su gran mayoría profesionales, repartidos por nuestra geografía de forma desigual, que cada semana llenan de colores y cánticos cada rincón de nuestro país. Sobre todo en Andalucía, de donde son 19 de esos equipos, la Comunidad Valenciana, de donde son 14, y Madrid y Cataluña, de donde respectivamente vienen 12. Las provincias más futboleras serían, bajo ese numérico razonamiento, la propia capital, Alicante y Barcelona, con siete equipos cada una, y Vizcaya, Sevilla, Valencia y las Baleares, con cinco por región. En el lado contrario, Orense y Ávila son las únicas provincias donde ninguna bandera de colores ondea por el fútbol profesional. Pobres.

Pero ¿qué banderas ondean, y de qué colores? Si se toman los colores de la primera equipación integral de cada uno de esos 122 equipos España sería blanca en su mayoría. Hasta 83 de esos equipos lucen ese color en sus camisetas. Detrás va el azul, con 57 equipos, 48 de ellos en tono oscuro y 9 en tono claro. Detrás, el rojo, con 48 equipos, de los que seis lucen un tono granate, cuatro un tono morado y uno el rosa. Hasta 31 optan por el negro en su primera equipación, once por el verde y diez por el amarillo. Siendo que la bandera nacional es dos tercios roja y un tercio amarilla, la enseña nacional derivada del fútbol debería tener dos franjas blancas y una azul oscuro.

El blanco manda en todas las divisiones del fútbol. En Primera trece equipos optan por ese color, seguido por los once que llevan el azul (uno de ellos en tonos claros, el resto en oscuros), los diez que llevan rojo (dos de ellos granate), los cuatro que lucen el negro, los dos que llevan verde y uno que lleva amarillo. En Segunda también manda el blanco: dieciséis escuadras lo llevan, por once que van de azul (uno de ellos en tonos claros), los diez que van de rojo (dos de ellos de granate y dos de ellos de morado), los tres que van de negro, los tres que van de amarillo y los dos que van de verde.

En Segunda B la tónica es la misma. Un total de 54 de los 80 equipos de la categoría llevan en blanco en sus primeras equipaciones, 35 el azul (siete de ellos en tonos claros), 28 el rojo (dos de ellos en tonos morados, otros dos en granate y uno en rosa), 24 lucen el negro, siete el verde y seis el amarillo. Por grupos, en el primero se apuesta por el blanco en 14 equipaciones, por el rojo en seis, por el azul en otras seis (una de ellas en tonos claros), dos por el verde y una por el negro. En el grupo segundo trece van de blanco, diez de rojo (uno de ellos de rosa, otro de morado y otro de granate), nueve de azul (de ellos, uno en tonos claros), nueve de negro y dos de verde. En el grupo tercero doce equipos lucen el blanco, otros tantos el azul (tres de ellos en tonos claros), ocho van de rojo (uno de ellos de granate), siete de negro y cuatro de amarillo. En el grupo cuarto quince van de blanco, ocho de azul (dos de ellos claro), siete de negro, cuatro de rojo (uno de ellos de morado), tres de verde y dos de amarillo.

¿Y si miramos por autonomías? Las banderas cambiarían también radicalmente en su mayoría. En Euskadi, por ejemplo, seis de sus diez equipos en estas categorías van de blanco, cinco de negro, cinco de azul, cinco de rojo (uno de rosa) y uno de verde. Siendo que su bandera tiene tres colores, si cogemos los tres más repetidos saldría una ikurriña de fondo blanco, atravesada por una cruz negra y otra blanca. En Madrid, de donde son doce de estos equipos, hasta diez llevan blanco, seis el rojo, cinco el azul y uno el amarillo. La nueva bandera sería justo al revés que la actual, predominando un fondo blanco y siete estrellas rojas. Qué decir de la bandera de Cataluña, que mantendría el rojo como predominante (presente en ocho de sus doce equipos), pero que tendría que cambiar el amarillo por el azul (presente en otros ocho, uno de ellos en tonos claros), dejando en menor representación el blanco presente en seis, el negro en cuatro y el amarillo en dos.

Andalucía también tendría que cambiar de colores: del dominio verde y presencia blanca pasaría al dominio blanco (que está en quince de sus diecinueve equipos) con presencia azul (presente en ocho equipos, tres de ellos en tonos claros), dejando fuera los siete equipos con colores rojos (uno de ellos morado), cinco de negro, tres de verde y dos de amarillo. En la Comunidad Valenciana se dibujaría una franja blanca (presente en diez de sus catorce equipos) junto a una sucesión de barras azules (presente en siete equipos) y negros o amarillos (presentes en cuatro), dejando fuera el rojo de dos escuadras (una de ellas granate) y el verde de una. Otro lavado de cara sufriría la bandera de Baleares, que sería una sucesión de franjas blancas y rojas, presentes en tres de sus cinco equipos), dejando fuera dos equipos con negro, dos con azul oscuro y uno con azul celeste.

La bandera de Aragón pasaría a ser una sucesión de franjas azules porque cuatro de sus cinco equipos van de azul (uno de ellos celeste) y blancas, presente en tres equipos, dejando fuera de la bandera el rojo que llevan dos equipos (uno de ellos granate) y el negro de uno. La bandera de Murcia pasaría a ser blanca, color presente en sus cuatro equipos, dejando fuera el azul oscuro de dos de ellos y el negro y el rojo, que lleva uno. La bandera de Cantabria combinaría el blanco que llevan sus dos equipos y que está en su bandera original con cualquiera de los otros tres colores presentes en cada una de sus escuadras, el azul marino, el verde o el negro. La Rioja, con sólo un equipo presente en las tres categorías, pasaría de su bandera cuatricolor a una tricolor roja, blanca y negra.

Las que se quedarían más o menos como están son las banderas de Galicia, que seguiría teniendo un blanco predominante, presente en sus seis equipos, con una franja azul, color que aparece en cuatro equipos (en dos de ellos en tono oscuro), dehando fuera el rojo de dos escuadras y el verde de una más. Sucedería algo similar en Navarra (donde el rojo predominaría sobre el azul marino que lucen sus dos equipos en estas categorías) o Extremadura, donde sus cuatro equipos van de blanco, tres de verde y uno lleva el negro, exactamente como su bandera. También Ceuta, donde su único equipo va de blanquinegro, Asturias, donde sus cuatro equipos llevan el azul de su bandera, además del blanco en tres de ellos y el rojo en dos, y en Castilla y León, donde ocho de sus once equipos van de blanco y seis de rojo (dos de ellos de morado y uno de granate), quedando fuera de la bandera los cuatro de negro, los cuatro de azul (uno de ellos claro) y otro de verde.

Quedaría prácticamente igual la de Castilla-La Mancha, donde habría que hacer hueco al azul, ya que cuatro de sus seis equipos llevan blanco, dos el rojo (uno de morado), dos de azul, uno de negro y otro de verde. También la bandera de Canarias sería más o menos igual, con dos de sus tres equipos de blanco, dos de azul (uno claro y otro oscuro), uno de amarillo y uno de negro, por lo que habría que buscarle un hueco al negro en su colorida bandera hasta ahora tricolor. Algo parecido pasa con Melilla, donde su único equipo va de blanquiazul, así que habría que hacer un hueco al blanco en su actual enseña.

¿Qué dices? ¿Que te ha parecido absurdo dedicar tiempo y esfuerzo a contar los colores de 122 equipos para hacer este post? Ahora piensa el tiempo y el esfuerzo que has dedicado a jalear a tipos que cobran millones, en su mayoría sin formación académica alguna, el dinero que has puesto en comprar camisetas, bufandas, entradas o derechos televisivos, y los ratos de euforia o tristeza que te han hecho pasar por tu amor a esos trapos de colores. Mira la cola del paro y nuestra economía y considera si podrías haber invertido tus esfuerzos mejor. Y ahora dime qué es absurdo. De nada.

Bonus track

Me alegra descubrir que hay más gente capaz de pensar un tema tan absurdo como este. Chiqui Esteban hizo este gráfico para la revista Panenka del mes pasado, tomando los colores de los equipos de Primera de varios países europeos y calculando no sólo sus colores, sino su porcentaje de incidencia, para calcular cómo serían las equipaciones nacionales.

Foto: Alaexis (cc)

 

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