Estos números salen de una máquina de bolas. La infancia, hace unas décadas, no tenía nada que ver con la consola. Era un lugar lleno de máquinas llamado recreativos. Baimu se inspiró en las tardes que pasó allí para diseñar la colección de números Extra Ball para la revista de marzo de Yorokobu.
«Aquellas máquinas con sus luces de colores, su música a tope y sobre todo la sensación de éxito cuando conseguías colar la bola en los rieles cromados por los que surcaba suavemente y te multiplicaba la puntuación o incluso te daban una bola extra», dice el director de arte. «Esa sensación es la que he querido transmitir con unos números volumétricos y que a su vez están formados por curvas suaves y metálicas. Me gusta compararlo con el proceso creativo, la sensación que se tiene al estar diseñando o ilustrando algo y que de golpe se te ocurra una idea mejor y más potente. Un ‘extra ball’ mental».