Lo que aprendí de los blogs escribiendo blogs

16 de diciembre de 2013
16 de diciembre de 2013
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Un blog funciona mejor que un currículum, la marca personal impide que te diviertas, el SEO atenta contra la originalidad y otras cosas que aprendí de los blogs escribiendo blogs.

Un blog vale más que un curriculum

La solución elegante es mi blog de guion. Mi primer blog. Lo comencé tras descubrir que una película con dos premios y dos menciones —la última que escribí— no me trajo nuevos trabajos. Así que el blog comenzó como una forma desesperada de llamar la atención. Quería decir «¡Busco curro!» sin decirlo.

Durante el primer año del blog escribí mucho, acabé quemado, no conseguí proyectos como guionista y los seguidores eran amigos y conocidos (la mayoría, ajenos al sector audiovisual). Realmente sabía por qué tenía pocas visitas: escribía «recetas de guion», pero sin gracia; refritos de manuales que, realmente, no fueron de mucha ayuda en el desempeño de mi profesión. Quise abandonarlo.

«No lo dejes ahora», dijo mi mujer.

Un blog funciona mejor que un CVLe hice caso, por una vez. Comencé a hablar de mí, comencé a escribir «mis recetas», cómo veía las cosas y no cómo otros la veían, a escribir entradas donde las imágenes (viñetas ilustrativas) fueran tan importantes como las palabras, en vez de adornos. Poco a poco, el blog adquirió relevancia, y comenzó a ser seguido por profesionales y centros de enseñanza. Conseguí algunos trabajos como guionista, como consultor, charlas y talleres. También fue la «tarjeta de visita»  que presenté a Yorokobu.

Ahora, mi currículum como guionista —que comienza en 1997— está a la sombra de La solución elegante. En el blog cuento lo que sé, cómo veo las cosas y lo que podría hacer.

Visto esto, recomiendo escribir un blog a todo profesional que inicia su carrera o que necesita visibilidad. En algunos casos, y para ciertos profesionales, un blog atractivo funciona mejor que un currículum. Si eres periodista, guionista, creativo publicitario o desarrollas cualquier otro trabajo donde la palabra es la base, el blog dice más de tus actitudes y conocimientos que las líneas en un currículum.

El SEO mata tu originalidad

El SEO (Search Engine Optimization) o cómo escribir para que la gente te encuentre en Google mata la originalidad que pueda tener un blog.

En primer lugar, el SEO destroza los títulos. Si las novelas se titularan conforme al SEO tendríamos cosas como éstas (en negrita, las recomendaciones):

Fahrenheit 451 —> El bombero pirómano del futuro
Las uvas de la ira —> Agricultores emigran por la crisis
El gran Gastby —> Rico extravagante da fiestas en las que no aparece
1984 —> Gobierno controla a los ciudadanos mediante videovigilancia

Escribir para uno y no para la primera página de Google

Muchos comienzan un blog sin reparar en el SEO. En mi caso me obsesioné a la hora de escribir los títulos y redactar el contenido. Los post eran «cinco cosas para…», «cómo hacer…» y similares. Listas. A Google le gusta las listas, pero esto acaba matando un blog. Si hablas de lo mismo y de la misma manera que los demás, Google no te dará una medalla; para Google gana el primero que lo dijo. Sin embargo, si hablas de lo que realmente quieres hablar es probable que Google te premie.

Una entradas de blog contraria al SEO por título y contenido como El principio de incertidumbre de Gilligan está entre las 5 más leídas «de todos los tiempos».

Nadie sabe nada

Escribiendo para Yorokobu me he llevado más de una sorpresa. Mientras que puedo intuir si un artículo de mi blog más o menos gustará a mis lectores, esto no puedo «predecirlo» para Yorokobu. No acierto si pienso «esto lo va a petar», igual que no acierto cuando pienso «esto interesará a cuatro gatos». Por ejemplo, un artículo como ‘Dates’ o quiéreme como soy sobre una serie que pocos habían visto, obtuvo repercusión en las redes. Quizá el “truco”, por llamarlo de alguna manera, fue utilizar Dates como excusa para hablar de las relaciones de pareja en la actualidad. Realmente es de lo que quería hablar. Así que supongo que la única regla válida es la que Hank Moody dice a unos de sus alumnos:

De hecho, hay blogs de ganchillo con más seguidores que algunos blogs que describen las características del último smartphone. Quien comenzó el primer blog de ganchillo lo hizo porque quiso, por pasatiempo, y luego descubrió que otras personas lo seguían. Visto esto, no conviene fiarse de los talleres que te prometen cómo hacer un contenido viral. Nadie sabe nada de lo que funcionará y lo que no.

La marca personal te limita

La marca personal impide hacer cosas divertidasLos gurús de la «marca personal» dicen que hay que tener cuidado con lo que se dice en el blog y en las redes; que hay que ser profesional en todo momento; que solo los fines de semana puedes escribir «tuits ligeros que demuestren a tus seguidores que eres humano». Seguir estos consejos solo conduce a convertirte en un bloguero soso. Por experiencia…

… Uno dice «uy, esto no lo puedo decir, yo». Y así se pierde una oportunidad para hacer algo divertido. Lo más probable es que suceda esto: lo que a ti te parece una tontería, es lo que da el éxito a otro.

Otros blogueros caen en el «reverso tenebroso» de lo «políticamente incorrecto». Para estos, la «marca personal» es actuar como malote en todo momento. Si muere alguien, chiste; si hay una tragedia, chiste…

Ser soso-para-gustar-a-todos como ser malote-porque-sí limita. Hay momentos para ser serios, otros para ser tonto, otras para gritar contra esto o aquello… Es posible que así no cultives «una marca personal», pero serás tú, sin la esclavitud de los tuits programados y descubrirás nuevas formas de contar las cosas. Escribir un blog es descubrirnos a nosotros mismos, y decirles a los demás «así soy, quiéreme o déjame».

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