La sociedad española está agrietada, desestructurada. La crisis económica y política no le ha sentado nada bien. En una comunidad llena de toda clase de grupos sociales, hay uno que destaca por su aparente desidia y despreocupación por los avatares del país. Sin embargo, los miembros de este colectivo deciden tomar el toro por los cuernos para, por lo menos, ser los amos y señores de su territorio. Hablamos de los canis.
Ángel Olmedo es psicólogo clínico, pero también mago e ilusionista. Un día iba paseando con un amigo por su Línea de la Concepción natal (en Cádiz). Hablaban de juegos de rol cuando apareció un cani por una esquina. Luego otro, más grande, gordo y sin camiseta (y estaban en invierno). «Empezamos a elucubrar», cuenta ahora Ángel, y a establecer analogías entre el tema del que estaban conversando y tan peculiar tribu urbana. «Este tiene que ser un bárbaro y lo que lleve en la mano una maza de +3», fue una de sus frases, por poner un ejemplo cualquiera.
¿Y si ambos conceptos, aparentemente tan lejanos, pudieran unirse? Ángel empezó a darle vueltas a la cabeza. Lo consultó con su entorno, sus familiares y amigos, quienes le dieron el visto bueno a la idea, como algo que podía madurar. «Y una editorial se prestó a publicarlo».
Canis. El juego de rol de la Fauna Ibérica es como cualquier otro juego de rol. En sus 144 páginas ilustradas por Icarus Empire Arts, cada participante adopta el papel de un cani y sigue las indicaciones de un director de partida o máster en diferentes pruebas. ¿Y qué pruebas canis tiene que superar uno de estos jugadores? Hay de todo tipo. Por ejemplo, los canis deberán ser capaces de hacerse con un alijo de drogas y transportarlo de un lugar a otro. O también, entrar en un cortijo en busca de un secuestrado y liberarlo.
En esas misiones, los propios canis tendrán que enfrentarse a seres mundanos y poco agraciados. Sin olvidar a la policía, que también harán de las suyas para mantener el orden social. Entre las acciones que los canis podrán llevar a cabo para cumplir sus misiones habrá actos como «invocar peña» o «atemorizar a grito pelao».
«Tiene una analogía con los juegos de rol y fantasía. Tenemos canis que son el guerrero, el bárbaro, el mago… Todo lo que está en el entorno tiene su analogía, su metáfora» con los juegos de rol tradicionales, cuenta Ángel. Aquellos que estén acostumbrados a practicarlos encontrarán referencias a, por ejemplo, Dragones y mazmorras.
Canis. El juego de rol de la Fauna Ibérica solo se vende a través de internet. «Nos ahorramos un alto coste en producción. También hacemos que el precio sea más bajo, y enviamos totalmente gratis a los clientes», explica José Luis Mellado, responsable de Solo Ediciones, la editorial que ha apostado por el juego. Además, producen a muy baja escala: imprimen varias decenas de ejemplares y las guardan en el almacén para distribuir conforme se pidan.
Pero no solo eso. El juego también es una crítica a la España del momento: «Hablo de las instituciones, la política… Hago unas pinceladas sobre el panorama español de una forma satírica y paródica», explica. El libro estaba en proceso de preventa y está disponible para todos a partir del viernes 25 de septiembre.
Bucharnón y aliquindoi
El juego se complementa con un diccionario bajuno-español, en el que se recogen los términos más callejeros de toda la geografía española. Ángel se vanagloria de tener amigos por toda la piel de toro y, gracias a ellos, ha podido recopilar vocablos o comprobar si algún término se transforma de Andalucía a, por ejemplo, Galicia.
Así, ha podido confirmar cómo bucharnón, que es una puñalada, se dice en su tierra pero también existe en Madrid. Otra palabra que le llamó la atención es aliquindoi: estar atento a algo o, tirando de lenguaje callejero, al loro.
¿Cuál es el futuro? Ángel planea que la saga continúe: «Hace poco estuve registrando otro suplemento». La idea es que esa Fauna Ibérica, esa España a la que tanta punta se le puede sacar, siga dando guerra. Hay muchos grupos sociales que satirizar (“los heavies dan juego”, apunta José Luis). Mientras tanto, los canis también serán los protagonistas de un juego de cartas que Ángel está preparando. ¿Hace una partida?
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Imágenes cedidas por Solo Ediciones y Ángel Olmedo, Facebook y su página web
